Steam es la plataforma más grande en cuanto a distribución de contenidos digitales se refiere. Gracias a Steam, la piratería en el mundo de los videojuegos ha conseguido reducirse considerablemente al ofrecer un sistema centralizado desde el que poder acceder a los juegos desde cualquier lugar y al poder adquirirlos a unos precios más que aceptables. Dependiendo del hardware de un equipo, los juegos de Steam pueden funcionar mejor o peor, aunque siempre podemos llevar a cabo unos trucos que optimicen, a nivel de software, el rendimiento de estos.
Optimizar Windows
Mantener el sistema operativo, en nuestro caso Windows, lo más limpio y optimizado posible afectará de forma directa al funcionamiento de Steam y al rendimiento de los juegos.
Debemos tener los discos duros desfragmentados para que los archivos se encuentren de la forma más contigua posible para acelerar la lectura de estos desde el disco duro. Existen muchos desfragmentadores de discos duros para Windows (incluso el propio Windows viene con uno, aunque no recomendamos utilizar dicha herramienta) por ejemplo, una herramienta de desfragmentación de disco duro gratuita y que ofrece un excelente resultado el Defraggler.
También debemos eliminar todos los archivos temporales de Windows que únicamente nos ocupan espacio en los discos duros y en la memoria y que pueden afectar negativamente al funcionamiento del sistema. Una herramienta para limpiar los archivos inútiles de Windows es Ccleaner. También podemos llevar a cabo una limpieza del registro de Windows con esta herramienta.
Podemos mejorar la velocidad de descarga de los juegos en Steam también configurando manualmente nuestra región (para conectarnos automáticamente a los servidores más cercanos). Para ello debemos ir al menú Steam > Parámetros > Descargas y allí indicaremos en «región de descarga» nuestro país, por ejemplo, España.
Mejorar el Hardware
Aunque optimicemos lo máximo posible nuestro sistema operativo, es de vital importancia tener un hardware que nos permita ejecutar los diferentes juegos. Podemos optar por añadir más memoria RAM a nuestro sistema, una gráfica más potente o incluso un disco SSD para aumentar las velocidades de lectura y escritura de los juegos y aumentar así el rendimiento del sistema.