El registro de Windows es un fichero de instrucciones en hexadecimal que está compuesto por una serie de instrucciones, servicios, aplicaciones y configuraciones necesarias para el correcto funcionamiento del sistema operativo. Cuando realizamos algún cambio en este registro corremos el riesgo de que este deje de funcionar correctamente y, con ello, nuestro sistema operativo también dejará de hacerlo y, sin copia de seguridad, es muy complicado restaurar su correcto funcionamiento.
Hay programas que hacen copias de seguridad de nuestro registro, sin embargo, estas copias no son recomendables ya que en ocasiones pueden realizarse mal y
Es posible que veamos algún error al restaurar la copia que nos indicará que algunas entradas no se han podido importar porque las originales estaban ya en uso y no se podían borrar. A parte de ellas, todos los demás cambios se aplicarán sin problemas y lo único que nos quedará por delante es reiniciar el sistema para comprobar su correcto funcionamiento.
Debemos tener en cuenta que no es recomendable restaurar copias de seguridad antiguas ya que puede generar problemas, por ejemplo, con las aplicaciones que hayamos instalado tras la copia y que no tengan las entradas correspondientes en esta. Igualmente se han podido realizar algunos cambios en el sistema que en las copias antiguas pueden causar un mal funcionamiento de algunos componentes.
La forma ideal de hacer uso de estas copias de seguridad del registro es, en primer lugar, hacer la copia justo antes de las modificaciones. Una vez que veamos que el sistema funciona correctamente la eliminamos para evitar restaurarla posteriormente. En el caso de que el sistema funcione mal la restauramos antes de realizar ningún otro ajuste para volver al punto de inicio antes de los cambios.
¿Alguna vez has trabajado con copias de seguridad del registro de Windows? ¿Prefieres hacerlas a mano o depender de un programa que las gestione?