Cuando estrenamos un ordenador o realizamos un formateo e instalación desde cero de Windows todo va como la seda, sin embargo, a medida que va pasando el tiempo y vamos instalando nuevas aplicaciones, cambiando ajustes o realizando modificaciones en la configuración, comienzan a surgir los problemas. Algunos pueden ser fáciles de solucionar, pero en cambio otros puede que no sean fáciles de diagnosticar.
Es cierto que esta percepción puede cambiar según la experiencia y conocimientos de cada , pero de cualquier forma, ante determinadas situaciones y problemas, mucha gente termina llevando el ordenador a algún sitio para que se lo reparen. Pues bien, a continuación vamos a mostrar algunas herramientas de las que podemos echar mano ante este tipo de situaciones y que nos pueden ayudar a realizar el diagnóstico del problema y evitar que tengamos que llevar el equipo a reparar, a no ser que sea la única solución.
Programas para diagnosticar problemas en Windows
U-Z
Se trata de un pequeño programa que escanea nuestro sistema para comprobar la configuración del hardware a nivel interno. Muy útil para evitar problemas de compatibilidades si en algún momento pensamos actualizar alguno de los componentes de nuestro PC.
Sin duda, una herramienta con la que es posible realizar un diagnóstico rápido y de manera sencilla de todo el hardware de nuestro equipo para conocer la salud de todos sus componentes.
Ahí, podremos ver para un determinado período de tiempo los problemas de hardware y software que están pudiendo afectar a nuestro sistema. Es posible ver un historial de nuestro equipo, la estimación de estabilidad del sistema o incluso buscar soluciones a los problemas reportados.
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