Si eres s de Windows, seguro que te has dado cuenta que en el momento que vas a apagar el equipo, junto con las opciones de reiniciar y apagar, el sistema nos ofrece otras como suspender o hibernar. Dos opciones que muchos s utilizarán aunque quizás otros muchos no sabrán exactamente para qué sirven y cuáles son sus diferencias.
En ambos casos son dos opciones que podemos utilizar cuando nos vamos a ausentar durante un tiempo de nuestro ordenador, queremos bloquear su uso y mantener nuestros trabajos abiertos para que cuando volvamos podamos seguir donde lo dejamos. Y es que no siempre queremos suspender el equipo nos permite realizar un arranque del mismo más rápidamente que si le mandamos a hibernar, sin embargo, el ahorro de energía es menor, ya que cuando el equipo está hibernando ahorra más energía. Un aspecto bastante importante si estamos haciendo uso de un equipo portátil con la batería como fuente de alimentación, es decir, sin estar directamente conectado a la red eléctrica.
Por lo tanto, llevar a nuestro ordenador a un estado de hibernación, supone un mayor ahorro de energía, pero el tiempo de arranque será mayor que si lo hemos suspendido. La otra gran diferencia pasa por el método que se utiliza para guardar la información de las tareas que estamos realizando para que después de despertar, ya sea de un estado u otro, podamos seguir con ellos donde lo dejamos.
En este aspecto, cuando suspendemos nuestro ordenador, en ambas circunstancias la información es guardada antes de ir al estado correspondiente, lo único es que cuando realizamos una suspensión el trabajo y la configuración del dispositivo se guarda en la memoria RAM del equipo, mientras que si elegimos la opción de hibernar, todo estos datos se almacenan en el disco duro en un archivo llamado hiberfil.sys. De esta manera, nuestros documentos y programas abiertos no se perderán, incluso aunque se agote la batería o haya un corte de luz, ya que al arrancar, lo recuperará de este archivo y nos encontraremos todo tal y como lo teníamos.
La opción Hibernar es probable que no aparezca siempre por defecto en algunas versiones de Windows, ya que depende de la configuración predeterminada. Si no cuentas con esta opción y quieres saber cómo habilitarla, te recomendamos sigas este enlace donde explicamos cómo puedes hacerlo.