Cada vez son más las aplicaciones y los sistemas operativos integrados en la nube y que cuentan con una serie de funciones y servicios, proporcionados por los fabricantes, para, los cuales, es necesario estar registrados. En el caso de Windows 8 y Windows 10, por ejemplo, Microsoft ha dotado a su sistema operativo de funciones y servicios, como el cliente de correo nativo y OneDrive que, para poder hacer uso de ellos, nos obligan a tener una cuenta Microsoft o, de lo contrario, el sistema no podrá acceder a dichas funciones.
Aunque cuando instalamos Windows es posible configurar una cuenta offline, es decir,
Otra de las funciones integradas del sistema operativo que requieren el uso de una cuenta Microsoft es el a OneDrive, el servidor de almacenamiento de Microsoft similar a Google Drive o Dropbox. Si no tenemos iniciada sesión con nuestra cuenta Microsoft, no podremos guardar archivos en la nube ni sincronizarlos.
Otra de las funciones que requieren de esta cuenta son las opciones de sincronización, que nos permiten tener la misma configuración de Windows 10 (fondo de pantalla, colores de tema, etc) entre varios ordenadores. Igualmente, si queremos que nuestra clave de Windows 10 se vincule a nuestra cuenta de Microsoft para no perderla, tendremos que iniciar sesión.
Toda la aplicación de Xbox para Windows 10 requiere de una cuenta. Sin ella, no vamos a poder grabar nuestras partidas, hacer streaming desde una Xbox al PC ni ver la televisión desde una cuenta local.
Otra de las funciones que tampoco podremos utilizar sin una cuenta es el cifrado de discos, ya que Windows debe almacenar la clave de cifrado en sus servidores para permitirnos recuperarla si la perdemos nosotros y, sin dicha cuenta, no podrá hacerlo. De igual forma, la herramienta de localización de dispositivos perdidos «Find My Device» necesita estar conectada a los servidores de Microsoft con nuestra cuenta.
Por último, si vamos a participar en el programa Insider de Windows 10, también tendremos que estar vinculados a una cuenta Microsoft.
Como podemos ver, aunque para un uso normal del sistema operativo no influye haber o no haber iniciado sesión con nuestra cuenta Microsoft, a la hora de conectarnos a la nube y acceder a los servicios y funciones adicionales de Microsoft sí que es necesario. por suerte, algunas aplicaciones como la Tienda o Cortana, que en sus primeras versiones también requerían de esta cuenta, a día de hoy es posible utilizarlas también con una cuenta local, aunque de forma limitada.
En caso de crear una cuenta de local en nuestro Windows e intentar acceder a los diferentes servicios de Microsoft, el propio sistema operativo nos va a permitir convertir en segundos nuestra cuenta de local en una cuenta de Microsoft.
¿Tienes tu sistema operativo configurado con una cuenta Microsoft o con una cuenta local?