La BIOS y el UEFI son los sistemas básicos de entrada y salida de un ordenador. Estos pequeños sistemas son los placa base, y poner en funcionamiento el hardware de manera que, tras los primeros segundos de encendido, pueda empezar a cargar nuestro sistema operativo. Sin embargo, aunque a grandes rasgos la finalidad de ambos elementos es la misma, son sistemas muy diferentes, como os vamos a explicar a continuación.
Qué es la BIOS y cuales son sus principales características
Tradicionalmente, desde 1975, las placas base traían un chip con la BIOS (Basic Input/Output System), siendo este el primer programa que se ejecuta cuando arrancamos el ordenador. Con el paso de los años, este sistema se ha ido haciendo cada vez más completo permitiéndonos almacenar en él todo tipo de configuraciones, desde el orden de los discos de arranque (que anteriormente se establecía por los propios cables) hasta la configuración del comportamiento del hardware, las opciones de energía e incluso el overclock (el cual debía configurarse antes mediante el puente de los jumpers de la placa).
Estos sistemas cuentan, además, con nuevas medidas de seguridad que protegen tanto a los s como a todos los datos que hay almacenados en el disco duro. Una de estas medidas de seguridad es la que se conoce como Secure Boot, una configuración que solo permite arrancar e instalar sistemas operativos firmados digitalmente para evitar infectarnos de malware o que un software malicioso pueda ejecutarse en el sistema antes que nuestro SO.
Los sistemas UEFI están mucho más cerca de ser un sistema operativo que un simple firmware
El UEFI no es simplemente un sustituto de la BIOS, sino que podría llegar a considerarse incluso como un pequeño sistema operativo, ya que se puede controlar desde el ratón y en algunos modelos concretos es posible incluso ejecutar otras aplicaciones por encima de él, como, por ejemplo, herramientas de diagnóstico de hardware.
Por último, estos sistemas son capaces incluso de interactuar con el sistema operativo, y es que podemos actualizarlo desde él utilizando la herramienta del fabricante y, además, utilizando el software de la placa base podremos incluso configurarlo, siendo muy útil, por ejemplo, para hacer pruebas de overclock sin tener que reiniciar constantemente para realizar los pequeños ajustes.
Para entrar en la UEFI de un ordenador podemos hacerlo de diferentes maneras. Si no tenemos habilitadas las opciones de protección y arranque directo, podemos entrar a ella igual que si se tratada de una BIOS, con la correspondiente tecla durante el POST, sin embargo, si tenemos estas opciones habilitadas, para entrar a ella debemos hacerlo desde las opciones de «reinicio avanzado» de nuestro sistema operativo ya que, de lo contrario, al no haber POST no podremos entrar a este modo.
¿Cómo puedo cambiar mi BIOS vieja por una UEFI nueva?
Si aún tenemos un sistema con una BIOS clásica debemos saber que no hay forma de actualizar a UEFI salvo comprar nuevo hardware, ya que cambiar de un sistema a otro no es como cambiar un sistema operativo. Aunque descarguemos la última versión del firmware para nuestra placa, esta seguirá siendo BIOS y, aunque puede corregir errores y mejorar el rendimiento del ordenador, no podremos disfrutar de las novedades de este nuevo sistema.
Cualquier placa base que compremos hoy en día tendrá ya este nuevo sistema, y el hardware que se conectará a ella ya estará preparado para arrancar en estos sistemas, por lo que, a grandes rasgos, el montaje y la puesta en marcha siguen siendo iguales.
Normalmente tanto las BIOS como las UEFI suelen ser privativas, de código cerrado, aunque ya existen algunos proyectos libres que nos permiten instalar un sistema OpenSource en algunos modelos determinados de placas base, como el proyecto LibreBoot.
¿Tienes un sistema con BIOS o con UEFI?