El ratón es un elemento prácticamente indispensable que utilizamos a la hora de desplazarnos por Windows y ejecutar todo tipo de acciones. Se utiliza en todo tipo de ordenadores, ya sean de sobremesa o portátiles, aunque estos últimos cuenten con un touchpad integrado, lo cierto es que no suelen llegar a los niveles de manejabilidad que ofrece el ratón. Sin embargo, a la hora de usarlo, puede que haya ocasiones donde nos encontremos que lo hace de forma más lenta de lo normal, con un pequeño lag entre que ejecutamos una acción y esta se realiza.
Sentarnos delante del ordenador, comenzar a manejarlo y comprobar que el ratón no nos responde de manera inmediata como debería, es algo especialmente molesto, y aunque puede ser debido a un problema de hardware, lo normal es que principalmente sea un problema relacionado con el software que haga el que el sistema no permita el movimiento del ratón o lo haga con cierta latencia.
Debemos tener muy presente que ya sea por motivos profesionales o más personales, incluso relacionados con el ocio, el mal funcionamiento del ratón en el PC es un problema serio. Es uno de los componentes hardware de entrada que más utilizamos junto al teclado, por lo que cualquier fallo de funcionamiento en este elemento nos puede trastocar y dañar la experiencia de uso del equipo.
Qué es el lag del ratón y qué lo causa
Cuando hablamos de lag a la hora de utilizar el ratón nos estamos refiriendo a ese retraso que se produce con el movimiento del puntero que no se realiza de forma sincronizada con el movimiento de nuestra mano. También ocurre que los clics con el botón derecho o izquierdo son más lentos o que el puntero se congela y no conseguimos que se mueva. Podemos encontrar diferentes problemas ocasionados con el lag, como, por ejemplo:
- Problemas durante la ejecución de videojuegos, capaz de arruinar cualquier partida debido a que el ratón no responde con la efectividad a la que estamos acostumbrados.
- Encontramos problemas en nuestra productividad si el puntero no se mueve de forma fluida por los que completar nuestras tareas diarias puede convertirse en toda una odisea.
- Problema con bloqueos del ratón al no responder a nuestras indicaciones
- Los botones no reaccionan por lo que nuestro ratón pierde eficacia.
Cabe destacar que estos problemas pueden darse tanto en el uso de ratones alámbricos como inalámbricos. Estos problemas pueden tener su origen en diferentes causas, como los controladores del propio ratón, el Fast Startup de Windows o el de energía. Igualmente, la batería o el puerto de conexión también pueden ser los causantes de este molesto problema.
El puntero del mouse no se mueve: causas y soluciones
A continuación, vamos a ver una serie de medidas que podemos realizar en nuestro ordenador con Windows en el caso de que tengamos problemas de latencia o lag con nuestro ratón alámbrico o inalámbrico. Estos problemas pueden estar relacionados, en la mayoría de las ocasiones con problemas relacionados con el ratón propiamente no con el sistema operativo por lo que lo primero que debemos analizar y el dispositivo para continuar con el sistema operativo hasta dar con la solución al problema.
Revisar la batería y los puertos de conexión
En el caso de que dispongamos de un ratón inalámbrico es importante que lo primero que hagamos sea comprobar el estado de su batería o pilas. En el caso de que estas se encuentren gastadas o en bajos niveles de carga es posible que termine repercutiendo en problemas de ralentizaciones o bloqueos durante su uso. Por ello, debemos de dar la vuelta al ratón deslizar la tapa y reemplazar la batería para comprobar si es la causa del problema.
Si usamos un ratón de forma inalámbrica puede que el problema sea derivado de los puertos de conexión. Por lo general los ordenadores cuentan con puertos USB 2.0 y USB 3.0, por lo que es posible que el ratón no ita la velocidad del puerto. Por ello, debemos de localizar los puertos USB, y una vez sepamos cuál es el puerto USB 2.0 lo conectamos y reiniciamos el PC.
Prueba en otro ordenador
Si el ratón e incluye un receptor para funcionar, como los que Logitech vende en el mercado, deberíamos contemplar la posibilidad de cambiar el receptor del ratón a un puerto frontal del equipo. Es probable que, alguna interferencia esté afectando al funcionamiento del ratón, una interferencia que puede haber aparecido de repente sin darnos cuenta. Si, aun así, sigue sin funcionar, debería probar el receptor y el ratón en otro equipo.
Aunque es poco probable que el sensor falle o lo haga de forma deficiente, siempre cabe la posibilidad de que el problema se encuentra en el receptor y no en el ratón. Si lo conectamos a otro ordenador y este funciona correctamente, sabemos que el problema se encuentra en nuestro equipo, por lo que no es un problema de hardware del ratón y debemos centrarnos en buscar el problema en el equipo descartando el dispositivo. Detectar el origen del problema es lo que siempre debemos hacer en primer lugar para centrar nuestra investigación en uno u otro dispositivo.
Después de descartar que sea problema de la batería y del receptor, el siguiente paso, antes de probar problemas de software es comprobar que el sensor se encuentra sin ningún elemento que pueda afectar a su funcionamiento, como por ejemplo una pelusa, un pelo o cualquier otro elemento que no le permita al sensor leer correctamente la superficie donde se encuentra. Los primeros ratones funcionaban con una bola que hacía o con la superficie, bola que debíamos limpiar repetidamente con agua y jabón para que este funcionará correctamente.
Comprobar los controladores del ratón
Por lo general Windows se encarga de instalar controladores genéricos para nuestro ratón. Estos es posible que no se actualicen con frecuencia, por lo que nos puede causar problemas en cualquier momento. Por ello, debemos de comprobar si existen nuevas actualizaciones disponibles y en ese caso proceder a instalarlas.
Sopla en el sensor
Los ratones que se venden en la actualidad utilizan un sensor óptico para transmitir los cambios de posición del ratón a la pantalla, a diferencia de los primeros modelos que utilizaban una bola que siempre se llenaba de suciedad y que había que limpiar periódicamente con agua y jabón. Aunque no se acumule suciedad dentro del sensor, si lo pueden hacer pelos o pelusa que circule por nuestro ambiente. Para eliminar que la posible suciedad que se encuentre en el sensor sea el problema, debemos soplar fuertemente sobre el sensor y comprobar que no hay ningún rastro que pueda afectar a su funcionamiento. También podemos utilizar un bastoncillo de los oídos llevando cuidado de no dejar ninguna traza de algodón en el interior.
Haz una limpieza en profundidad del dispositivo
Debemos tener en consideración que este es un producto hardware que utilizamos de forma constante mientras trabajamos o jugamos con el PC. Esto se traduce en que son muchas las horas en las que pasamos con la mano sobre el ratón utilizándolo para unas tareas u otras. Aunque no nos demos cuenta, las juntas, botones y rueda del producto en muchas ocasiones se acumulan suciedad que no vemos a primera vista.
Esto es algo que puede afectar de manera directa al funcionamiento del ratón como tal lo que puede producir ese retraso en la respuesta de la que os hablamos en estas líneas. Por tanto, os recomendamos llevar a cabo una limpieza en profundidad del ratón de forma periódica en torno a los elementos que os hemos mencionado. Veremos que hay acumulada suciedad que en un principio no habíamos visto y así le daremos una segunda vida a un ratón que ya dábamos por perdido.
Quitar programas del inicio de Windows
Sobre todo si disponemos de un equipo algo antiguo o un tanto limitado en cuanto a sus especificaciones hardware, el consumo de recursos por parte de los programas instalados puede afectar muy negativamente al funcionamiento del ratón. Evidentemente en el caso de que ejecutemos juegos de última generación, estos problemas de latencia aumentarán de forma considerable, como os podéis imaginar.
Ya os hemos hablado antes de la posibilidad de cerrar todas las aplicaciones en ejecución en ese instante para así liberar tanto consumo de procesador como de memoria RAM. Pero también nos podemos encontrar con una buena cantidad de software que está en funcionamiento en segundo plano y ni siquiera somos conscientes de ello. Hay que tener en cuenta que muchas veces cuando instalamos un nuevo programa en Windows, de manera automática este se configura para arrancar junto al sistema operativo, todo sin que nos demos cuenta.
De ahí que podemos encontrarnos con un Windows plagado de software innecesario corriendo en segundo plano y consumiendo una enorme cantidad de recursos. Por tanto podemos configurar el propio sistema operativo para eliminar aquellos programas innecesarios y que no necesitamos que arranque automáticamente junto a Windows. Este cambio que os comentamos nos será de enorme ayuda tanto a la hora de reducir la latencia del ratón como para conseguir un mejor funcionamiento del sistema de Microsoft.
Esto que os contamos lo logramos a través del de tareas del propio Windows. Aquí nos encontramos con una pestaña precisamente llamada Inicio, hoy desde la que tenemos la posibilidad de habilitar o deshabilitar los programas que queremos que arranquen junto al sistema operativo. Cuanto menor sea el número de estos, mejor que mejora en la mayoría de los casos.
Devuelve las funciones de los botones a su uso original
Especialmente en los ratones más avanzados que podemos encontrar y comprar en estos momentos, nos encontramos con una serie de botones adicionales que podemos configurar y personalizar. Esto es algo que se hace especialmente importante y útil a la hora de jugar en nuestro PC y utilizar el ratón como elemento clave. Esta reasignación de determinados botones de este dispositivo lo podemos llevar a cabo desde el propio juego, utilizando algunos programas específicos, o las aplicaciones propias que nos ha proporcionado el desarrollador del ratón.
Sin embargo, este cambio en ocasiones nos puede perjudicar más que beneficiar, provocando por ejemplo el temido lag en el uso del producto hardware. De ahí que hayamos utilizado el software que sea, deberíamos volver a asignar a los diferentes botones del ratón su función original. Es decir, que, si hemos realizado cambios de este tipo en el dispositivo, deberíamos volver a ponerlo en su estado de fábrica para intentar solventar el problema con el lag. Si lo logramos, ya podemos empezar desde cero y volver a programar los botones para ver si no vuelve a aparecer este molesto fallo.
Eliminar elementos de personalización
Seguro que muchos de vosotros ya sabéis de primera mano que Microsoft nos ofrece un sistema operativo que en gran medida es personalizable. Lo que os queremos decir es que tenemos la posibilidad de modificar multitud de aspectos tanto funcionales como de aspecto pertenecientes a Windows y así modificar su configuración por defecto. Esto es algo que se hace extensible a la propia interfaz del sistema operativo en multitud de apartados. Quizá lo más habitual por la mayoría de los s sea establecer un fondo de escritorio diferente con una foto de la familia, la pareja o la mascota.
Pero al mismo tiempo debemos tener en consideración que Microsoft nos ofrece otras muchas opciones que quizá no conozcáis para adaptar el software a nuestras necesidades gustos. Algunas de estas hacen referencia directa al ratón y su funcionamiento, que es precisamente el elemento que más nos interesa ahora. Un claro ejemplo de todo ello es que tenemos la posibilidad de utilizar cursores que nos ofrece el propio Windows, diferente al que viene establecido por defecto. De igual modo también podemos diseñar nuestros propios cursores personalizados con algún programa externo e importarlo al sistema de Microsoft para utilizarlo como cursor del ratón.
Todos estos cambios pueden ser muy divertidos a la vez que originales en la mayoría de los casos, pero también hay que tener en consideración que no siempre funcionan todo lo bien que nos gustaría. El fallo con el lag del ratón del que os estamos hablando en estas líneas puede ser un ejemplo más que adecuado. Con todo esto lo que os queremos decir es que en el caso de que hayamos realizado este tipo de cambios en el componente en el que nos centramos ahora, lo recomendable es deshacerlos para ver si se soluciona el problema.
Esto se hace especialmente importante en el caso de que estemos trabajando con algún ordenador antiguo o un tanto limitado en cuanto a sus especificaciones internas de hardware.
¿Puede ser virus o malware?
Hemos visto los casos más habituales, ya que lo normal es pensar que estamos ante un fallo de hardware, los controladores o que ha llegado la hora de jubilar el ratón. Pero no podemos dejar de contemplar la posibilidad de que estemos ante un problema de virus o malware. Cuando estamos sufriendo la intrusión de algún tipo de virus, el rendimiento del ratón puede verse afectado debido a que el sistema puede tener procesos en segundo plano que hacen que la U quede al límite.
Se sabe que malwares enfocados a minar criptomonedas pueden llegar a dejar el PC casi inutilizable y el primer síntoma suele estar en el ratón. También es posible que un keylogger o software espía esté registrando cada movimiento del ratón y cada clic. Es la respuesta a que el ratón esté siendo más lento y se quede bloqueado. Algo peor es que además de ir lento o pararse, realice movimientos o clics aleatorios. Eso significa que un software malicioso como un troyano, se ha hecho con el control del ratón.
Si crees que es tu caso, lo mejor es desconectar el equipo de Internet y realizar un escaneo en profundidad con un antivirus actualizado. Puedes usar la herramienta de Windows, Defender, o instalar alguna app de terceros como Karpersky o AVG antivirus. La mejor opción es, como hemos comentado, desconectar cuanto antes el PC de Internet e intentar hacernos con una versión portable de alguno de estos antivirus. Hablamos de una versión que se conecta vía USB con un Pendrive y que realizar un primer escaneo para eliminar, al menos, las mayores amenazas.
Si hablamos de virus, el objetivo en muchas ocasiones es modificar el registro de Windows o corromper archivos esenciales del sistema, lo que provocaría fallos en la detección del ratón o en su comportamiento. Algunos malwares deshabilitan los controladores haciendo que el ratón no funcione correctamente.