La «batalla» entre el software libre, de código abierto y gratuito, contra el software propietario o comercial, se lleva produciendo desde hace muchos años, aunque hay que reconocer que todas estas propuestas en principio tienen sus ventajas y sus inconvenientes, como veremos en estas líneas.
Y es que si hacemos un repaso a todos los programas de los que hacemos uso de manera habitual en nuestros equipos informáticos, lo más probable es que encontremos aplicaciones de todo tipo de licencias de las comentadas anteriormente. Esto se debe a que, dependiendo de las circunstancias o tipo de uso en cada caso, resulta más conveniente decantarse por un modo u otro.
Lo primero que debemos tener bien claro llegados a este punto, es que en lo que se refiere al software que no es de pago, es decir, open source, libre y gratuito, tienen sus pequeñas diferencias, algo de lo que ya os hablamos en su momento y que os recomendamos repasar en el artículo que os exponemos a continuación.
Una vez hemos visto estos conceptos, en términos generales muchos s tienden a diferenciar el software libre y de código abierto del comercial como que en los primeros no se paga, pero en el segundo, sí. Sin embargo las ventajas e inconvenientes de estas modalidades van mucho más allá, que es lo que vamos a intentar aclarar a continuación.
Hay que tener cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, cuando adquirimos un nuevo PC, lo más probable es que este venga con ciertas aplicaciones preinstaladas, incluyendo el sistema operativo, en forma de software privativo o comercial. Por ejemplo, muchos equipos, por no decir la mayoría, incluyen un sistema Windows en la versión que sea, e incluso podemos encontrar
Cambiando de tercio, cabe mencionar que el software comercial suele estar más abierto a ser usado como estrategia de marketing, por ejemplo, cuando entramos en una tienda especializada o incluso en un centro comercial, los paquetes de software allí expuestos son todos de pago, por tanto de código cerrado, o al menos la mayoría. Sin embargo, los programas libres son más tratados como código en sí, es decir, desarrollos más funcionales que otra cosa, dejando de lado el marketing o la estrategia comercial.
Al mismo tiempo esto ofrece la ventaja de que todos aquellos que trabajan en su desarrollo se centran en que funcione de la manera más efectiva en todo momento, dejando a un lado aspectos que se podrían considerar como más banales a la hora de la verdad.
De hecho, en el mercado podemos encontrar muchos programas de código abierto que llevan entre nosotros años, o incluso décadas, la mayoría de gran calidad gracias al trabajo conjunto y desinteresado de muchos s que han logrado que estos se vayan adaptando al paso del tiempo.
¿Vosotros qué preferís, el software comercial de código cerrado, o los programas libres de código abierto?