Dependiendo de para qué vayamos a utilizar las fotografías personales que llevamos en nuestros dispositivos móviles o que bajamos de Internet, el formato, calidad y tamaño de las mismas variará, ya que no es lo mismo usarlas para tratarlas posteriormente con algún programa en concreto, que para compartirlas en redes sociales.
Pues bien, para adaptar esas imágenes a nuestras necesidades, siempre podemos echar mano de algún software de retoque fotográfico que se centra en este tipo de tareas, pero si no lo queremos para nada más, tampoco hace falta
Esto se debe a que, además de los botones de carga de imágenes, tendremos la posibilidad de especificar una serie de parámetros adicionales antes la compresión como tal y así ajustar la imagen resultante a nuestras necesidades. Aquí encontramos apartados tales como el nuevo tamaño de la foto, su calidad, el brillo, el contrate, etc.