Cierto es que en determinadas ocasiones podemos llegar a pensar que Windows 10 es un verdadero desastre, más para algunos de los s afectados por los más recientes fallos detectados en algunas de sus actualizaciones.
Sin embargo, aunque aún haya s que se lo están planteando, desde aquí os recomendamos que, a pesar de todo, no volváis a Windows 7 o Windows 8.1, estas son algunas de las razones. Como mucho, podemos optar por un
Y es que la firma con sede en Redmond, finalmente con Windows 10 trajo de vuelta el Menú de Inicio, con posibilidad de mantener abiertas las carpetas al reiniciar el ordenador.
La ejecución de aplicaciones
Y qué decir del modo en el que Windows 8.1 ejecutaba algunas de las principales aplicaciones, donde la firma intentó impulsar, y de qué manera, el trabajo con las herramientas a pantalla completa. Con esto Microsoft quería acercarnos el mercado móvil, por lo que así llegaron estas aplicaciones de pantalla completa diseñadas para tabletas, y que no se podían apagar, lo que fue realmente incómodo.
Por otro lado, aunque a muchos no les gusten, lo cierto es que el funcionamiento de las aplicaciones UWP que encontramos en estos momentos en Windows 10, está bastante optimizado, herramientas que descargamos desde la Microsoft Store y que probablemente muchos volverían a echar en falta en el caso de volver a Windows 7.
La seguridad
Este quizá sea uno de los apartados más importantes por los que migrar a Windows 7 o Windows 8.1 sería dar un paso atrás importante, todo aquello relacionado con la seguridad de nuestros equipos y datos. Hay que tener en cuenta que Windows 10 es mucho más seguro que cualquier otra versión de Windows anterior, y aunque a veces nos hemos quejado de las funciones innecesarias que Microsoft ha añadido, la seguridad ha sido una prioridad absoluta en favor del .
De este modo, si el sistema detecta que el equipo tiene un hardware lo suficientemente moderno, bloqueará las actualizaciones. Esto se debe, entre otras cosas, a que Windows 8.1 y Windows 7 ya existían antes que estos procesadores, por lo que hay que trabajar con el sistema de forma consecuente a los cambios de hardware que se han producido con el paso de los años.
Claves de para versiones antiguas de Windows
Para migrar a Windows 7 u 8.1, necesitaremos una clave de producto válida, y evidentemente Microsoft ya no las vende, por lo que será difícil obtener una. Podemos arriesgarnos con las claves que podemos encontrar en Internet vendidas por terceros, pero es posible que paguemos por una clave no válida, o que solo sirva durante un corto espacio de tiempo.