Cuando compramos un ordenador, normalmente suele venir con Windows como sistema operativo instalado por defecto. Sin embargo, si hemos comprado un portátil relativamente barato, o nuestro equipo tiene ya unos años, puede que empecemos a notar que cada vez Windows va más lento, y cada vez es más pesado trabajar con el portátil. Para solucionar este problema tenemos dos opciones: formatear e instalar Windows de nuevo, o dar una oportunidad a Linux.
Dentro del ecosistema Linux podemos encontrar una gran cantidad de distribuciones de todo tipo, algunas para s avanzados, otras muy sencillas de utilizar y muy intuitivas, distros para servidores y, por supuesto, distros para ordenadores antiguos y con poco procesador o poca memoria.
Las mejores distros Linux ligeras
Aunque casi siempre solemos hablar de Ubuntu o Mint, dos sistemas que, aunque están bastante optimizados, no están pensados para ordenador poco potentes, existen una gran cantidad de sistemas que sí son perfectos para PCs antiguos y que nos van a permitir darles una segunda vida. A continuación, vamos a ver las que consideramos las mejores distribuciones Linux para ordenadores muy antiguos y con poca potencia.
Puppy Linux
Una de las distros más pequeñas y ligeras que podemos encontrar para nuestro PC es Puppy Linux. Esta distro ocupa apenas 300 megas en nuestro disco duro (si decidimos instalarla) y viene con una gran cantidad de paquetes y aplicaciones de manera que sea utilizable nada más instalarla. Puppy es muy rápida y versátil, además de muy sencilla de utilizar para que cualquier , incluso sin conocimientos en Linux, pueda hacerlo.
Damn Small Linux viene de serie con un completo entorno de escritorio, sencillo, pero funcional. Además, cuenta con una gran cantidad de herramientas para usar en línea de comandos, manteniendo un equilibrio entre usabilidad y tamaño.
Esta distro también cuenta con una serie de servicios, como SSH, FTP y HTTPD. Y, por supuesto, también ofrece de serie unas herramientas istrativas muy rápidas y sencillas de usar para darnos control sobre nuestra distro.
Además de estos paquetes, las principales aplicaciones (para entorno gráfico) que encontraremos son:
- XMMS: reproductor de música.
- Cliente FTP
- Dillo, links y FireFox: navegadores web.
- Hoja de cálculo y procesador de texto.
- Sylpheed: gestor de correo.
- Beaver, Vim y Nano: editores de texto.
- Xpaint y xzgv: visor y editor de imágenes.
- Xpdf: visor de PDF.
- emelFM: gestor de archivos.
- Naim: mensajería.
- VNCviewer, Rdesktop, servidor y cliente de SSH/S: control remoto.
- Calculadora.
- Soporte para impresoras y GhostScript.
- FluxBox y JWM: gestores de ventanas.
Esta distro Linux es totalmente gratuita para todos los s que quieran descargarla para dar una segunda vida a su ordenador. Para bajarla, lo único que debemos hacer es acceder al siguiente enlace y bajar la última versión disponible.
Es cierto que no tiene un soporte extremadamente frecuente ni vamos a poder tener esta distro al día. Sin ir más lejos, esta distro se considera descontinuada por una gran parte de la comunidad. Sin embargo, es una de las mejores que podemos usar para dar una segunda vida a un ordenador antiguo. E incluso para experimentar en una máquina virtual.
Puntos fuertes y débiles
La interfaz de s recuerda a Windows 95, ideal para nostálgicos. Podemos hacer funcionar esta distribución en equipo de más de 25 años en el mercado, con 16 MB de memoria RAM y tan solo ocupa 50 MB en disco duro.
Pero, si queremos aprovechar todas las aplicaciones que se incluyen vamos a necesitar un mínimo de 128 MB de RAM. Incluye un gran número de aplicaciones para el día a día si nuestras necesidades no son muy elevadas.
Otros Linux ligeros para equipos antiguos
Además de las anteriores alternativas, que son sistemas muy conocidos dentro de la comunidad, también podemos encontrar otras alternativas algo menos conocidas pero que, igualmente, nos pueden ofrecer un excelente rendimiento como las que vamos a ver a continuación.
Absolute Linux
Absolute se trata de una distro Linux, basada en Slackware, diseñada para uso en escritorio. Este sistema trae consigo algunos programas comunes preinstalados por defecto, como es el caso de Firefox y LibreOffice, programas que, por lo general, no suelen venir incluidos en estos sistemas ligeros. Este sistema no dispone de un modo Live, por lo que algunos s suelen mostrarse reacios a instalarla sin antes poder probarla. Además, el instalador está basado en texto, no en una GUI como otros sistemas, lo que puede complicar su puesta en marcha si no tenemos muchos conocimientos dentro de esta materia.
Este sistema utiliza IceWM como de ventanas, e incluye de serie una buena cantidad de herramienta y máquinas. Desde el primer momento podremos notar todo tu potencial y lo rápido que funcionará incluso en las máquinas más antiguas.
Para poder disfrutar con soltura de esta distribución, nuestro equipo debe estar gestionado por un procesador a 1 GHz (Pentium M o superior), 1 GB de memoria RAM y una resolución mínima de 1024×768. Además, requiere de 9 GB de espacio en disco, por lo que puede que no sea ideal para equipos más antiguos. Podemos descargar la última versión de Ubuntu Mate directamente desde su página web a través del siguiente enlace.
4MLinux
4MLinux no es una distro tan conocida como puede ser Ubuntu o Linux Mint. Sin embargo, aunque no sea tan conocida, ocupa un lugar importante dentro de este ecosistema. Su nombre, 4MLinux, viene dado a que sus desarrolladores la han creado para cubrir principalmente 4 aspectos de la informática:
- Maintenance (mantenimiento, gracias a que puede ejecutarse en modo Live)
- Multimedia (para reproducir todo tipo de vídeos y DVDs)
- Miniserver (gracias al demonio inetd puede funcionar como un pequeño servidor)
- Mystery (¿Linux no es para jugar? 4M rompe con esta premisa incluyendo varios juegos básicos de consola)
Esta distro no incluye un de paquetes instalado por defecto, utiliza un sistema de ventanas JWM y trae widgets de escritorio (Conky) instalados por defecto. También viene por defecto con Wine instalado y configurado, por lo que los s no tendrán problemas para ejecutar programas del sistema de Microsoft en esta distro.
Dentro de esta distro podemos encontrar varias versiones, o mejor dicho, ediciones, que podemos elegir según nuestras necesidades. 4MLinux es la edición más completa que viene con todo lo que hemos mencionado anteriormente y que puede funcionar con tan solo 128 MB de RAM (o 1 GB, si la ejecutamos en Modo Live).
Algunos de los programas que encontraremos instalados por defecto en 4MLinux son:
- Abiword.
- Bash.
- Gnumeric.
- FFmpeg.
- ImageMagick.
- Firefox.
- Chromium.
También podemos encontrar la edición 4MServer, una edición de 4MLInux diseñada especialmente para funcionar como un servidor. Esta distro elimina muchos paquetes para dar prioridad al rendimiento y la estabilidad, y puede funcionar con 256 MB de RAM cuando ya esté instalada o con 2 GB de memoria RAM si la ejecutamos en Modo Live.
4MServer nos permite montar un servidor LAMP con: Apache, MariaDB, PHP Python.
Además, en su página web principal también podemos encontrar 3 forks (o distros derivadas) oficiales de 4MLinux especializadas en distintas tareas:
- Antivirus Live CD: incluye ClamAV para poder analizar nuestro ordenador en busca de malware y otras amenazas.
- BakAndImgCD: distro Linux pensada principalmente para hacer copias de seguridad y crear imágenes de discos.
- TheSSS (The Smallest Server Suite): similar a 4MServer, pero mucho más pequeña. Soporte los servicios DNS, FTP, HTTP, MySQL, NFS, SFTP, SMTP, SSH y Telnet, cuenta con un firewall y un antivirus.
Todas las ediciones de 4M están disponibles para 32 bits y para 64 bits.
4MLinux es una distro Linux totalmente gratuita para todos los s. Sin embargo, desde su página web los desarrolladores nos piden hacer una donación si queremos descargar y probar esta nueva distro.
Desde esa misma web nos indican que, si no queremos hacer la donación, podemos descargar la última versión manualmente desde Sourceforge. Por ello, para bajar esta versión, podemos acceder al siguiente enlace, donde encontraremos las imágenes ISO que podremos bajar para instalar 4MLinux, tanto en cualquier PC como en una máquina virtual.
Si ya tenemos una versión antigua de 4MLinux instalada, podemos actualizarla automáticamente a la última versión ejecutando el siguiente comando en un terminal:
zk update
Esa es la mejor distribución Linux ligera
Lo primero que debemos hacer antes de decidirnos por una u otra opción es conocer cuáles son las especificaciones de nuestro equipo para elegir cuál puede ser la mejor opción en base a sus prestaciones. En segundo lugar, debemos tener claro que es lo que estamos buscando, es decir, que tipo de aplicaciones vamos a poder necesitar, ya que no todas las distribuciones Linux incluyen las mismas aplicaciones base para poder utilizar sin necesidad de instalar aplicaciones de terceros.
Cada uno de los sistemas que acabamos de ver anteriormente tiene sus pros y sus contras. Todas ellas están pensadas para funcionar en ordenadores muy antiguos y con pocos recursos. Si somos s avanzados, la mejor que podemos elegir es Arch Linux. Esta distro hay que configurarla de cero para instalarla en el PC, pero gracias a ello podemos tener el Linux más esencial con los paquetes estrictamente necesarios para trabajar.
Si nuestro ordenador es antiguo, pero no llega al nivel de reliquia, entonces lo que podemos optar por Linux Mint. Esta distro es una de las mejores alternativas a Ubuntu que funciona mejor que el sistema de Canonical en la mayoría de los sentidos. Incluso, si queremos alejarnos más de Ubuntu, la opción LMDE es una alternativa basada en Debian con todo lo bueno de Mint.
Por último, si buscamos un sistema que nos sirva para ordenadores muy antiguos, pero no tenemos muchos conocimientos dentro de este SO, las mejores opciones a elegir son Puppy Linux y SliTaz. Incluso, si tenemos menos de 64 MB de memoria RAM, podemos dar una oportunidad a Tiny Core Linux, un sistema Linux de último recurso que, seguro, nos sorprende siempre y cuando tengamos conocimientos de línea de comandos de Linux.
Ventajas de un sistema Linux ligero
Un sistema operativo ligero es un SO que consume pocos recursos, como su nombre indica. Sin embargo, estas no siempre son la mejor opción. Para que estas distros consuman pocos recursos, sus desarrolladores han tenido que dar la espalda a funcionar y características que consumen recursos. Podemos encontrarnos, por ejemplo, con problemas de estabilidad, o problemas al instalar y usar determinados programas. Incluso nos daremos cuenta de que estas distros suelen ser, normalmente, feas.
Si nuestro ordenador es relativamente nuevo, o tiene suficiente potencia, es recomendable optar por las distros clásicas, como Debian o Ubuntu. Estas nos darán el mejor rendimiento. De lo contrario, si nuestro PC es muy viejo o poco potente, y queremos disfrutar más de él, a continuación, vamos a ver las mejores distros Linux que podemos encontrar para ordenadores antiguos y poco potentes. Estas son ideales, por ejemplo, para ordenadores con procesadores Atom o Celeron.
Qué debemos buscar en una distro ligera
Hay muchas distros Linux ligeras, pero no todas son iguales. Normalmente, para poder reducir el gasto de memoria y de U, y hacer que el sistema operativo funcione en los PCs más antiguos, sus creadores suelen sacrificar características esenciales de estos sistemas. Por ejemplo, lo primero que suelen hacer es eliminar procesos y paquetes que, normalmente, no son necesarios. También suelen compilar sus propios kernels personalizados para evitar cargar determinados demonios y sustituir los programas básicos por otras alternativas más ligeras.
Facilidad de uso del Linux
Hay distros que son muy ligeras porque se han eliminado muchos componentes del Kernel y se ha apostado por usar un escritorio muy limitado (o, directamente, no incluir escritorio). Esto implica que para poder usar estos sistemas es necesario tener cierto nivel de conocimientos dentro de Linux, y no las hacen aptas para todos los públicos. Lo mismo ocurre con algunas otras alternativas que hacen lo contrario y usan escritorios para niños: que pueden quedar limitadas para un uso diario, e incluso parecer infantiles y poco serias.
Por tanto, dependiendo de nuestro nivel de conocimiento, es necesario que elijamos la distro adecuada para nosotros. Si ya tenemos experiencia dentro de Linux, perfectamente podemos apostar por un sistema rápido y ligero, aunque este requiera una configuración avanzada y sea más complicado ponerlo en marcha. No obstante, si somos nuevos dentro de Linux, es mejor que busquemos algo un poco más pesado pero que, a cambio, venga con todo lo necesario para que solo sea instalar y correr.
Limpieza y optimización del sistema
Una buena distro ligera para ordenadores antiguos debe tener varias características. La primera de ella es que no debe incluir programas ni paquetes que no sean estrictamente necesarios para un uso normal. De esta forma, será el quien instale, si lo necesita, lo que quiera instalar.
Por supuesto, debe tener los repositorios de software adecuados que nos permitan descargar e instalar las aplicaciones que necesitemos, y actualizarlas cuando haya nuevas versiones del software. También es necesario que el kernel haya sido optimizado para funcionar en estas condiciones de recursos limitados, ya que una buena optimización del núcleo nos puede ayudar a ganar un buen rendimiento en el PC.
Esto es algo similar a lo que sucede en Windows y el mantenimiento periódico que deberíamos hacer del sistema operativo para mejorar y optimizar su funcionamiento. Linux también necesita de software y funciones que nos permitan personalizar el rendimiento del software al máximo, más cuando hablamos de distribuciones ligeras como es el caso que nos ocupa.
Soporte de la distro Linux
Estas distribuciones ligeras para portátiles antiguos o poco potentes son, desde luego, una de las mejores formas de combatir la obsolescencia programada de la que hacen uso muchos fabricantes. Aunque, por ejemplo, no cumplamos los requisitos para correr un Windows 10 o un Windows 11, Linux siempre estará disponible para echarnos una mano. Pero debemos tener cuidado.
Aunque por lo general los desarrolladores de distribuciones suelen estar comprometidos con la causa, y suelen dar soporte durante mucho tiempo, cabe la posibilidad de que elijamos un sistema que lleva tiempo sin actualizaciones, o que recibe parches muy esporádicamente. Y eso puede suponer un peligro para nuestra seguridad. Por ello, es importante asegurarnos de elegir, por un lado, una distro que esté actualizada, cuya última versión date del año en el que estamos, o, como mucho, del anterior. Y, además, estar atento a posibles noticias para que, si vemos que una distro se descontinúa, podamos cambiar a tiempo antes de que sea demasiado tarde.
Además, también debe utilizar una versión relativamente nueva del Kernel que nos garantice la mejor compatibilidad y el mejor rendimiento con todo tipo de hardware. Y, por supuesto, tener un mantenimiento frecuente que nos permita actualizarla.
Si la distro ofrece un soporte LTS, es mejor apostar por esta versión en vez de por una normal, ya que nos va a permitir tener el sistema actualizado, sin formatear ni cambiar de versión, durante mucho más tiempo, lo cual se traduce en seguridad.
Varias versiones disponibles de la misma distribución
También es muy interesante que los desarrolladores de una misma distribución de Linux nos ofrezcan diversas versiones de esta en forma de imágenes ISO para que podamos descargar aquella que más nos interese en cada caso. De este modo y dependiendo del hardware que forma parte de nuestro ordenador, tendremos la posibilidad de bajar una versión u otra. Por ejemplo entre las diferentes ediciones disponibles de una misma distro nos podríamos encontrar con algunas que integran un solo entorno de escritorio o varios de ellos.
Y lo mismo podría suceder con las aplicaciones preinstaladas para que así se pudiese adaptar al espacio disponible del equipo o las necesidades software del . Hay que tener en cuenta que aquí uno de los mayores hándicaps ante los que se enfrentan los s, son las limitaciones internas de sus ordenadores en cuanto al hardware disponible. Así, poder elegir una determinada versión de un Linux perteneciente a una misma distribución, siempre serían ventajas y podría amoldarse al consumo de recursos de cada caso.
En el supuesto de que queramos llevar esa distribución a un nivel superior, también sería muy de agradecer que pudiésemos instalar las funcionalidades o herramientas de manera modular. De esta manera podríamos elegir la funcionalidad del propio sistema operativo dependiendo de lo que necesitásemos y del hardware disponible. De hecho, esto es algo que los millones de s de Windows en todo el mundo llevan solicitando a Microsoft desde hace años.
Nos referimos a un sistema operativo modular en el que se pudiese elegir lo que se instala, o de todo aquello de lo que se quiere prescindir en el software que instalamos y que forma parte tan importante de nuestro ordenador.
Programas imprescindibles incluidos
Una de las ventajas que nos proponen estos sistemas operativos de código abierto es que de manera predeterminada suelen incluir una buena cantidad de software preinstalado. Esto permite a los s empezar a trabajar con su nuevo equipo basado en Linux desde el minuto uno. Sin embargo si en estas líneas nos estamos centrando en distribuciones Linux ligeras y que consuman pocos recursos, este apartado del software preinstalado pierde algo de importancia.
En muchos casos y si nos centramos en estas distros, los s quieren cuantos más programas, mejor. Pero este no es el caso que nos ocupa precisamente en las distribuciones ligeras. Sin embargo sí que puede ser muy importante disponer desde el principio de una serie de títulos que se podrían considerar como básicos para trabajar el ordenador.
Por tanto a la hora de elegir una distribución ligera u otra, igualmente deberíamos echar un vistazo con detenimiento al software incluido de manera predeterminada. Aunque no sea mucho como sucede en las distribuciones normales, sí que deberíamos encontrar un navegador web, un editor de fotos, un procesador de textos y algún reproductor multimedia. Eso como mínimo para poder usar de manera convencional nuestro ordenador desde el principio.