Los usas a diario: diferencias entre CC y CCO en tus correos y cuál debemos utilizar

Lleva décadas entre nosotros y sigue siendo uno de los servicios de Internet más utilizados, nos referimos al correo electrónico. Sin embargo, en ocasiones no sabemos sacar el máximo provecho al mismo, por ejemplo utilizando los modos conocidos como CC y CCO al redactar y enviar un mensaje.
Normalmente, cuando vamos a crear un nuevo mensaje en el servicio de correo electrónico que utilizamos habitualmente, ya sea Gmail o cualquier otro, tecleamos la dirección del o en el campo Para, sin más. Pero también debemos tener en consideración que en ocasiones vamos a utilizar múltiples os a los que vamos a enviar este mismo mensaje.
Ahí es donde precisamente entran en juego las funciones CC y CCO del correo que seguro has visto en multitud de ocasiones en tu servicio de email. A pesar de que siempre están ahí, en muchas ocasiones no conocemos su verdadero uso ni las diferencias entre ambos términos. Esto es algo que vamos a dejar claro a continuación.
De hecho, el uso de estas modalidades en el envío de correos está bastante más extendido en un entorno corporativo que personal. Y es que a nivel empresarial tendremos a enviar correos masivos de forma más habitual.
Cuándo utilizar CC al enviar un correo electrónico
Pues bien, lo primero que debemos saber es que estos dos caracteres en el correo electrónico significan y que realmente Con Copia. Por tanto, y como podéis deducir al enviar correos de esta manera, lo hacemos para múltiples destinatarios de manera simultánea.
No hace falta decir que este modo de funcionamiento del mail es muy útil para no tener que redactar el mismo mensaje una y otra vez. Pero lo más importante que debemos tener en consideración al utilizar esta modalidad, es que el resto de receptores verán las direcciones de correo de los demás. Esto quiere decir que si enviamos un mail a 20 personas, cada una de ellas verá a quién iba dirigido ese mensaje y la dirección de correo de las 19 restantes.
os en el correo.
Como os podéis imaginar si utilizamos este método al enviar los correos desde el correspondiente gestor o servicio de mail, el receptor tan solo verá su dirección. El resto de os se mantendrán ocultos y así es precisamente como se cuida su privacidad, que es el objetivo principal de CCO. Además, este modo de funcionamiento también es muy útil para evitar que los destinatarios respondan a todos los añadidos en el mensaje original.
A partir de ahí ya podemos elegir la modalidad que más nos interesa en cada caso, aunque a nivel empresarial en la mayoría de las ocasiones CCO es lo más adecuado.