Los ordenadores, no solo están gestionados por el correspondiente sistema operativo que tengamos instalado. Para que este pueda funcionar, es necesario que la placa base reconozca todos y cada uno de los componentes que forman parte del equipo y gestionar su correcto funcionamiento en el equipo. De esto se encargaba tanto la BIOS como la UEFI.
Para que la placa pueda reconocer y configurar todos componentes que conectamos a un PC, necesita de un sistema operativo, por llamarlo de alguna forma que se entienda fácilmente. Tanto la actualizaciones periódicas para mejorar las funcionalidades ya presentes también se utiliza para solucionar cualquier problema de rendimiento en el equipo además de para añadir mejoras de compatibilidad. Siendo la BIOS/UEFI en sistema operativo, también necesita actualizarse periódicamente a través de sus fabricantes.
Estas actualizaciones, además de añadir mejoras y corregir errores, también se utilizan para dar soporte a nuevo hardware, ya sean procesadores o tarjetas gráficas y que, sin estas actualizaciones, no sería posible utilizar el hardware en el equipo. Además, también se solucionan las posibles vulnerabilidades que se hayan podido detectar desde el lanzamiento de la versión anterior, vulnerabilidades que pueden poner en riesgo la seguridad de nuestro equipo.
No existe un método único para actualizar la UEFI en los ordenadores actuales, ya que cada fabricante utiliza un método distinto y este siempre va asociado a descargar la versión desde su página web en un USB, acceder a la UEFI para instalarla.
Otros fabricantes, principalmente los portátiles, permiten realizar la actualización utilizando las aplicaciones propias o bien conectándose directamente a internet y descargando la actualización desde la UEFI. Aunque es un proceso que puede poner el riesgo el equipo si durante el proceso el equipo pierde la corriente, en los últimos años, se han implementado varios sistemas de seguridad para evitar que, en estas situaciones, tengamos que tirar la placa a la basura.
Si tenemos previsto cambiar algún componente de nuestro ordenador, lo primero que debemos hacer es comprobar si tenemos pendiente de instalar alguna actualización para evitar que la placa no pueda reconocerlo a las primeras de cambio y vernos obligados a utilizar otro equipo para descargar y actualizar el firmware de la placa.
Con la llegada de la UEFI se solucionaron los problemas de actualizaciones de la BIOS, una BIOS que, debido a sus limitaciones, y a la falta de interés por parte de los fabricantes, no se podía actualizar en prácticamente ningún caso, siendo un grave problema para los PCs de aquella época tanto entonces como en la actualidad.