Así era el ordenador que nos llevó a la Luna: hoy en día, cualquier juguete de niños es más potente

Acabamos de entrar en el año 2024 y la tecnología cada vez forma una parte más importante de la vida de la mayoría de los s. Pero debemos tener en consideración que esto no siempre fue así, hace relativamente poco tiempo no íbamos con móviles constantemente, no teníamos un GPS o Google Maps para viajar en coche, ni nos podíamos comunicar vía WhatsApp o Telegram.
Todo aquello relacionado con la tecnología ha cambiado nuestra manera de vivir en gran medida a lo largo de las últimas décadas. De hecho no tenemos más que echar un vistazo a los equipos informáticos disponibles antes del cambio de siglo para darnos cuenta de todo ello. Por ejemplo, en estas líneas esos vamos a hablar de la tecnología que se utilizó para que pisásemos la Luna por primera vez allá por el año 1969.
No hace falta decir que este es un evento que cambió la historia de la humanidad en varios sentidos. Aunque muchos no lo visteis en directo, sí que habéis visto las imágenes de Neil Armstrong pisando en la superficie lunar por primera vez. Pero claro, detrás de todo eso había un enorme equipo humano y dispositivos tecnológicos revolucionarios por aquel entonces.
Configuración del ordenador que ayudó a llegar a la Luna
Ya han pasado más de 50 años desde que los Estados Unidos lograse su objetivo de hacer que el hombre caminase sobre la Luna. Como os podéis imaginar, detrás de todo ello hubo un equipo humano enorme combinado con la tecnología del momento que se consideraba como puntera. Pero claro, pasado todo ese tiempo, hoy día muchos tienden a comparar los equipos de finales de los años 60, con los actuales, lo que no siempre es del todo justo.
Para que os hagáis una idea más aproximada de la configuración del equipo que ayudó al proyecto Apolo a llegar a la Luna, vamos a hacer un repaso a sus especificaciones internas. Por aquel entonces, algo que debemos tener muy presente, los ordenadores tenían el tamaño aproximado de una habitación entera. Pero por aquellas fechas el MIT o Instituto de Tecnología de Massachusetts, desarrolló un equipo lo suficientemente pequeño y ligero como para poder transportarse en una nave espacial.
Básicamente esto quiere decir que aquellos que comparan el ordenador que montaba el Apolo 11 con las especificaciones de nuestros móviles actuales, por ejemplo no son justos. Además debemos tener muy presente que aquel ordenador con 4 kilobytes de memoria RAM estaba única y exclusivamente diseñado para las tareas necesarias del módulo lunar. Sin embargo no hace falta decir que los equipos actuales, tanto móviles como de sobremesa, los usamos para infinitas tareas y deben cumplir con todo ello durante años.