Tal día como hoy, en 1991, Linus Torvalds lanzaba la primera versión (0.01) de su Kernel Linux, el sistema operativo que, sin saberlo, lo ha cambiado todo. Hoy en día Linux está mucho más presente de lo que pensamos. Desde nuestros smartphones hasta en todo tipo de sistemas IoT, SmartTV, servidores y, por supuesto, en nuestros ordenadores. Sin embargo, en 1991, Linux nació como una necesidad en un mundo donde UNIX y GNU no terminaban de arrancar.
No podemos empezar a hablar de Linux sin hacerlo por GNU. Y tampoco podemos hablar de GNU sin empezar por el principio: UNIX.
UNIX fue un sistema operativo creado en 1969 con las características de ser portable, multitarea y multi, pero totalmente privativo, de código cerrado, y con fines comerciales, especialmente tras el lanzamiento de la versión 7.
A lo largo de los años se han creado una gran cantidad de sistemas operativos UNIX, aunque a día de hoy los únicos que prevalecen son Solaris, AIX, HP-UX y macOS, el sistema operativo de Apple que se basa en UNIX. Para que un sistema operativo estuviera basado en UNIX, además de usar su código, debía cumplir una serie de requisitos muy estrictos.
Sin embargo, Linux va mucho más allá. Actualmente el 80% de los servidores del mundo utilizan este Kernel. Y el 100% del Top500 de servidores más potentes son Linux. Lo mismo ocurre con las consolas que podemos usar en el día a día, la mayoría de los sistemas del Internet de las Cosas, y por supuesto Android, el sistema operativo móvil que la mayoría llevamos en el bolsillo. Incluso pronto podremos comprar el PineTime, un smartwatch 100% Linux.
¿Alguna vez nos hemos parado a pensar qué hubiera pasado si no hubiera existido Linux? Puede que Android no existiera. Igual el software libre no existiría. Puede que Internet y los servidores no fueran tan rápidos y potentes como lo son ahora.
Por suerte, hace 28 años, nació Linux. Y por ello debemos felicitarle y desearle que siga estando tan presente entre nosotros como ya está.