Son muchos los s que en los tiempos que corren prefieren instalar alguna distribución de Linux en sus equipos antes que el sistema de Microsoft. Ubuntu es una de las preferidas por muchos, aunque todo lo relacionado con sus actualizaciones no siempre ha sido su punto fuerte.
Tenemos al alcance de la mano multitud de sistemas operativos de código abierto de estas características entre los que elegir. Pero con todo y con ello en estas mismas líneas nos centraremos en uno de los Linux más populares y queridos por muchos. Lo primero que debemos saber es que, desde su puesta en marcha en 2004, Ubuntu nos ha proporcionado dos nuevas actualizaciones al año. Aunque nos encontramos a tan solo dos años del 20 aniversario del sistema operativo, su ciclo de actualizaciones no ha cambiado con el tiempo.
Hay que tener en consideración que este ciclo semestral no era nada nuevo cuando Ubuntu irrumpió en nuestros equipos. Por ejemplo, Fedora lo lleva haciendo desde hace más tiempo aun, aunque no sigue un calendario tan estricto. Pero desde hace tiempo hay un elemento distintivo aquí que lleva a cabo este tipo de tareas en base a otra política, nos referimos a inconvenientes de Ubuntu para algunos, es que sus versiones solo tienen soporte oficial para nueve meses. Además, si nos decantamos por una LTS, pasan hasta dos años antes de que recibamos una nueva actualización. Esto tiene ciertas carencias como no disponer del Kernel más actual, o las más recientes versiones de los escritorios que se lancen. De ahí precisamente la necesidad para muchos de usar un Linux Rolling Release.