Si algo ha destacado de Linux respecto a Windows ha sido su interfaz. Aunque muchos piensan que este sistema operativo es para hackers, y que no hay mucho más que una terminal donde introducir comandos, desde hace ya muchos años, Linux lleva brillando, sobre todo, por su apariencia. Es verdad que hay escritorios muy simples y básicos, pensados especialmente para equipos poco potentes. Pero, si sabemos buscar, podemos encontrar escritorios con interfaces que nada tienen que envidiar ni a macOS ni al nuevo Windows 11. Y un claro ejemplo de ello es GNOME.
Las principales aplicaciones también se han actualizado, destacando:
- Calendario: con soporte de archivos ISC.
- Llamadas: ahora soporta una cuenta SIP para hacer llamadas VoIP.
- Conexiones: permite abrir y alternar entre varias conexiones remotas a la vez.
- Archivos: añade soporte para crear carpetas ZIP cifradas.
- Música: nuevo diseño.
Cómo probar el escritorio de Linux
El mayor problema de las principales distribuciones Linux son las actualizaciones de paquetes. Aunque estas reciben parches y correcciones constantemente, las partes más importantes del sistema, como puede ser el escritorio o el Kernel, no se actualizan a la última, a no ser que usemos una distro con modelo Rolling Release. Por ello, aunque usemos la última versión de Ubuntu no vamos a poder usar GNOME 41 si no lo instalamos a mano.
La mejor forma de tener una primera toma de o con este escritorio es usar una distribución diseñada especialmente para ello: GNOME OS. Esta distro está diseñada por el equipo responsable del escritorio y nos permite probar las novedades de la última versión. Eso sí, se trata de un sistema inestable, por lo que debemos probarlo en un PC de pruebas o una máquina virtual, no en nuestro PC de trabajo.
Si estamos interesados en probar este sistema, y el nuevo GNOME 41, podemos bajarlo desde el siguiente enlace a la web de GNOME OS. Fedora 34 también es otra opción que nos permite probar fácilmente este nuevo escritorio Linux.