Cuando hablamos de distros Linux, la principal y más conocida a la que podemos hacer referencia es Ubuntu. Esta distro, basada en Debian y controlada por Canonical, ofrece un perfecto equilibrio entre filosofía Linux y facilidad de uso, una perfecta puerta de entrada para s nóveles, y un gran sistema para los más experimentados. Sin embargo, una de las cosas de las que se quejan los s avanzados es de la gran cantidad de paquetes y programas que instala por defecto, muchos de ellos innecesarios. Y, para solucionar este problema, Canonical lanzó un modo de instalación especial, la «instalación mínima«.
Antes de nada, indicar que no debemos confundir la instalación mínima de Ubuntu con el LibreOffice. Pero no es nada que no podamos solucionar instalando la suite de cero usando el gestor de paquetes APT.
Por lo tan, si somos s avanzados con experiencia dentro de Linux, podemos instalar perfectamente esta versión mínima, y así tendremos un sistema algo más minimalista sin sacrificar otras funcionalidades. Por el contrario, si estamos dando los primeros pasos dentro de Linux, y no queremos complicarnos, entonces mejor la instalación normal. No habrá diferencia de rendimiento, y el espacio que ganamos (o perdemos, en este caso) es de tan solo unos 500 MB.