El Kernel es la parte más importante de cualquier distribución. Al fin y al cabo, es el núcleo de Linux, donde se encuentran todos los controladores y todos los componentes necesarios que hacen que este sistema operativo funcione. Las distribuciones generalmente suelen partir de dicho Kernel (original, o modificado por sus creadores) al que, por encima, le colocan una serie de paquetes y capas que le permitan ser útil para lo s. Instalar las nuevas versiones del núcleo es importante porque, además de corregir errores, nos aseguraremos de que el hardware funciona de la forma más estable y eficiente posible.
El Kernel Linux está en constante desarrollo. Cada poco tiempo, la comunidad, liderada por Linus Torvalds, lanza nuevas versiones de este sistema operativo. Algunas son actualizaciones menores (subversiones) centradas en el mantenimiento o la corrección de errores. Pero otras son actualizaciones grandes, repletas de mejoras y cambios, que debemos instalar cuanto antes para poder experimentar de primera mano el verdadero potencial de este sistema OpenSource.
A finales de 2020, Linus lanzó la primera Release Candidate del nuevo Kernel Linux 5.11. Y, tras un mes y medio de pruebas, análisis y depuración, finalmente esta versión ha alcanzado su fase estable. Si utilizas una distribución Linux deberías plantearte actualizar a esta versión cuanto antes, ya que, aunque no ha sido tan grande como la 5.10, sí trae novedades de lo más interesantes como las que vamos a ver a continuación.
Si quieres conocer al detalle todos los cambios, te recomendamos leer el instalar la última versión del Kernel nosotros mismos a mano. O eso, o esperar a la próxima versión de la distribución, que puede tardar meses, que incluya este nuevo Kernel.