Una extensión infectó mi Google Chrome: desde que hago esto, no ha vuelto a pasar

Las extensiones son esenciales a la hora de usar un navegador. Gracias a ellas podemos mejorar la funcionalidad del navegador, como Chrome, y disponer de características y funciones que, de serie, no están disponibles. No podemos negar que estas extensiones son muy útiles. Pero también son muy peligrosas y, si no tenemos cuidado, podemos terminar con el PC infectado de virus.
Los piratas informáticos son conscientes de la popularidad y la utilidad de las extensiones y de cómo es muy fácil engañar al para que las instale. Por suerte, hay varias formas de evitar correr riesgos innecesarios cuando instalamos y usamos extensiones en nuestro navegador. A continuación, vamos a ver algunas de las más importantes.
Revisar los permisos de las extensiones
Lo primero que debemos hacer es leer los permisos de cada complemento o extensión cuidadosamente antes de instalarlos en el navegador. Esto es algo que no solemos ni mirar, aceptando las condiciones de manera automática, lo que claramente es un error. Sin embargo, con este primer paso nos aseguramos de que un elemento de estos no realice actividades no deseadas en el dispositivo.
Estos permisos funcionan, más o menos, igual que los de las apps de Android, ya que definen lo que puede o no puede hacer la extensión. Y, así, es fácil levantar sospechas. Es verdad que puede ser una tarea un tanto aburrida, pero en muchos casos lo agradeceremos en el futuro.
La revisión de los permisos no solo se aplica a las extensiones que consigamos de uentes externas (como GitHub) y que instalemos a mano, sino que también debemos vigilar los
Una vez dentro, activaremos la seguridad estándar o la seguridad mejorada. Y, de esta forma, si Chrome detecta cualquier problema en el navegador (por ejemplo, una extensión maliciosa), esta se deshabilitará automáticamente y nos avisará del problema para que procedamos a su eliminación.