Ni te imaginas lo fácil que es convertir un CD en un archivo: nunca más volverás a perder tus recuerdos

A principios del siglo XXI, o sea, hace menos de 25 años, comenzaron a utilizarse masivamente los CD y DVD como el nuevo método revolucionario para reproducir y guardar nuestro contenido. Pero la tecnología se devora a sí misma, y lo que un día fue algo vanguardista, ahora queda cada vez más en el recuerdo. Pero no por ello debe caer en el olvido.
Y es que guardar nuestros CDs o DVD nunca ha sido tan fácil como ahora. Y con guardar queremos decir digitalizar. La mejor opción de todas es convertir un disco en un archivo ISO para que podamos preservar el contenido para siempre. Es más, al pasarlo, prescindimos para siempre del formato físico para conservarlo digitalmente en nuestros dispositivos. Y lo mejor de todo: no tenemos que pagar un solo euro por ningún programa. Existen opciones gratuitas y bastante buenas tanto para Windows como para Linux y macOS. Así que ya sabes, si tienes juegos antiguos, programas, música o pelis, guárdalos para siempre en ISO.
Qué es un archivo ISO y cómo se crea en Windows
Un archivo ISO se puede definir como una copia digital exacta tanto de un CD como de un DVD o un Blu-Ray. En el momento en que creamos un ISO, guardamos todos y cada uno de los datos originales del disco. Y ello también incluye su estructura, las carpetas del mismo y los archivos correspondientes. Además, podemos hacer con él lo que nos dé la gana: montarlo como un disco físico, grabarlo si queremos utilizarlo en el futuro o bien guardarlo como una copia de seguridad. Las opciones son muy variadas. Así que te va a servir para tus programas, tus juegos, pelis o cualquier archivo multimedia.
En Windows, una de las opciones más conocidas por la comunidad internauta es la de ImgBurn.
Hablamos de un software gratuito y bastante fácil de utilizar. Tras descargarlo de su web oficial, solo tenemos que insertar el disco en cuestión en el lector de disco y seleccionar la opción «Create image file from disc». Tan solo tienes que elegir la unidad de origen (el lector) y el destino (la carpeta donde lo vas a guardar). En cuestión de minutos, tendrás tu imagen ISO para siempre. También puedes utilizar otros programas iguales de buenos, como son InfraRecorder, PowerISO o AnyBurn. Todos ellos tienen versiones gratuitas y de pago.
Cómo se hace en macOS y Linux
En el sistema operativo de la manzana no vas a necesitar ningún tipo de programa para que lo descargues, ya que lleva incorporada una aplicación nativa para hacerlo: Utilidad de Discos. Una vez que hayas insertado el disco, solo tienes que ir a «Archivo», seleccionar «Nueva imagen» y, por último, «Imagen de (aparecerá el nombre del disco)». Ten en cuenta que tienes que guardarlo con el formato .iso. Y ya tienes tu disco listo.
En Linux, todo se reduce a crear el archivo ISO con un solo comando:
dd if=/dev/cdrom of=~/(nombre aquí).iso
Este comando va a hacer que se copie todo el contenido del disco que haya en el lector y se cree un archivo ISO donde tú prefieras. Aunque también puedes optar por utilizar Brasero o K3b.