A medida que van pasando los meses y los años de uso de nuestro ordenador, vamos acumulando más ficheros de todo tipo. Además de los programas y el propio sistema operativo, estos archivos propios se pueden contar por miles. Un claro ejemplo de todo ello nos encontramos con nuestra biblioteca de música digital.
Es más que probable que los más melómanos seáis plenamente conscientes de que la música almacenada en vuestro ordenador ocupa una enorme cantidad de espacio. Al mismo tiempo hay que tener en consideración que ese espacio en las unidades de disco no es ilimitado. De hecho, se podría decir que cada vez es más valioso. La principal razón de ello es que las aplicaciones habituales cada vez ocupan más al ser más completas. De igual modo la cantidad de archivos propios con la que trabajamos y el peso de estos va en paulatino aumento.
Con todo y con ello, en multitud de ocasiones nos encontramos con que tenemos almacenados miles de archivos correspondientes a ficheros de audio. Ya sea música digital que tenemos guardada, archivos de audio con los que trabajamos en proyectos multimedia, etc.; estas atesoran una buena cantidad de espacio de las unidades de disco. Pero claro, se puede dar el caso de que necesitemos parte de ese espacio que os comentamos para otras tareas.
Y es que debemos tener muy presente que no siempre vamos a necesitar de manera inmediata toda esa enorme cantidad de archivos que forman parte de la biblioteca de música. Esto se traduce en que en muchos casos los mismos estarán gastando ese precioso disco de manera innecesaria, algo que podemos paliar.
Reduce el espacio ocupado por tu biblioteca musical
Llegado el caso, en lugar de añadir otra unidad de disco o desinstalar programas importantes, podemos intentar reducir el espacio ocupado por esta biblioteca. Son varias las medidas que podemos tomar para ello. En primer lugar, deberíamos llevar a cabo una organización de toda esta música. Es más que probable que tras ello encontremos que tenemos parte de esta duplicada, por lo que ya podremos eliminar aquello que está repetido.
Aunque se puede convertir en una tarea un tanto engorrosa, también podemos echar mano de alguna aplicación que nos ayude a reducir el tamaño de estos ficheros. Por ejemplo, podemos utilizar algún compresor genérico para almacenar la música ahora queremos tener de manera inmediata. De igual modo tenemos al alcance de la mano disco duro externo o memoria USB. De esta manera tendremos la posibilidad de acceder a esa música siempre que lo deseemos, pero sin malgastar espacio en las unidades de disco principales del ordenador.