He probado las pestañas en vertical, y ahora entiendo por qué Google Chrome no las tiene

Existe una curiosa fiebre por las pestañas verticales de los navegadores. En muchos casos, el lavado de cara tan intenso que podemos darle a nuestro navegador con las pestañas verticales llama la atención de muchos s. Pero no se ha asentado igual de bien entre toda la comunidad. Existen múltiples razones para el rechazo por parte de la comunidad, y algunas son más entendibles y otras más curiosas.
El principal punto que han tenido en cuenta los s es que las pestañas verticales no se adaptan para nada bien a una configuración de varios monitores. Además, cuando tenemos muchas de ellas abiertas, se genera un caos con el que va a ser bastante confuso reconocer cada una. Estas y más razones han hecho que muchos s quieran volver a utilizar las pestañas horizontales de toda la vida, y ahorrarse un periodo de adaptación incierto y quebraderos de cabeza.
Inconvenientes de las pestañas verticales
Las pestañas verticales han sido un reclamo de algunos de los navegadores más conocidos, como puede ser Microsoft Edge. La intención es la de crear una forma más cómoda de gestionar la vista del navegador. Pero, aun así, muchos s que han experimentado con ellas han llegado a una conclusión: también tienen sus limitaciones y dificultades bajo ciertas condiciones.
Tal y como hemos dicho en la intro, el principal escollo al que se han enfrentado los s es a su incompatibilidad con el funcionamiento de varios monitores. Y es que, las pestañas verticales no aprovechan el espacio en las pantallas complementarias. Esto obliga al a intentar ajustar al máximo posible esta función, y muchas veces nunca llega a buen puerto. Algo a lo que las pestañas horizontales sí se han adaptado por completo.
Aparte de ello, la organización de las pestañas en sí mismas pueden suponer un mareo constante si disponemos de muchas abiertas. Al disponerse de manera vertical, tienden a hacer que tanto el orden como la localización de cada una de ellas sea menos distinguible entre el monto. Es cierto que podemos separarlas por pequeños grupos o subgrupos, pero si cada pestaña ocupa un espacio vertical en particular, esto provocará que el espacio se sature rápidamente.
Además, las pestañas verticales ocupan un espacio en la pantalla (generalmente toda la parte izquierda) que podría ser utilizado para la visualización del contenido, algo que no ocurre con las horizontales. Y esto se pronuncia aún más en pantallas más grandes, con una mejor resolución.
Ventajas de las pestañas horizontales
Si hablamos de las pestañas horizontales, la cosa cambia. Han demostrado ser una opción bastante cómoda para los s, a pesar de que no juegue a su favor el papel de la innovación. El hecho de que se alineen en la parte superior permite una visualización correcta de cada una de ellas, y si por cualquier causa llegan a agolparse, el propio navegador suele acortarlas manteniendo sus iconos visibles.
Y, al contrario de lo que hemos dicho con las pestañas verticales, las horizontales sí que despejan todo el área de contenido para una mejor visualización. Independientemente del tamaño de la pantalla.