Todo aquello relacionado con el comercio electrónico está más en auge que nunca debido a que cada vez es más común. Evidentemente a la hora de cuidar este tipo de tareas, la seguridad en los pagos debe ser algo clave. De ahí precisamente algunas plataformas de pago seguro de las que podemos echar mano, como sucede con PayPal.
A estas alturas todavía hay muchos s que no confían de las webs en el momento de introducir sus datos bancarios en la correspondiente tienda de Internet. Hablamos de tarjetas tanto de crédito como de débito que muchas de estas tiendas nos piden a la hora de pagar. Ahí es donde precisamente entran en juego estas plataformas intermediarias de las que os hablamos. Para que os hagáis una idea, por ejemplo, en PayPal tenemos la posibilidad de crear una cuenta gratuita y asociar a la misma nuestras tarjetas y cuentas de banco.
De este modo a la hora de desembolsar el correspondiente coste del producto adquirido en las diferentes webs, no damos el número de tarjeta, sino que tan solo introducimos nuestras credenciales de a la cuenta de PayPal. La propia plataforma a partir de ahí ya se encarga de pagar a través del medio que tengamos establecido por defecto. Los atacantes y ciberdelincuentes son plenamente conscientes de todo ello, de ahí que en ocasiones centren como objetivo este tipo de plataformas que os comentamos, como es el caso que nos ocupa.
En concreto los millones de s habituales de cambiar la contraseña de de forma periódica cada poco tiempo. Al mismo tiempo es más que recomendable utilizar sistemas de seguridad adicionales como por ejemplo la autenticación de 2 factores que este servicio nos ofrece. Con estos dos sencillos movimientos, es bastante probable que nuestra cuenta, tanto en la plataforma de pagos como en cualquier otra, esté bastante protegida.