Si odias el diseño predeterminado de Windows 11, estos cambios son imprescindibles en tu PC

Los sistemas operativos, ya sean de móviles o de escritorio, tienden a saturarnos con iconos, notificaciones, s directos y todo tipo de estímulos que nos agobian bastante. Por lo tal, puede resultar extremadamente satisfactorio el hecho de mantener nuestro escritorio de Windows 11 limpio. Y te aliviará saber que lo puedes hacer mediante unos pequeños retoques, de manera muy sencilla.
El propio Windows 11 ofrece bastantes ajustes de manera nativa para modificar el escritorio y la barra de tareas sin echar mano de programas externos. Y de todos ellos, ahora os hemos traído cuatro en particular para que les echéis un vistazo con vuestros propios ojos. Por lo que, si estudias o trabajas, o simplemente tienes «toc» con el orden de tu PC, más te vale estar atento.
Oculta los iconos del escritorio
Los iconos del escritorio están ahí para recordarnos que podemos entrar a nuestros programas desde la propia bandeja principal del sistema como es el mismo escritorio. Funciona como una especie de post-its que no podemos tocar, pero sí ver.
Y puede llegar a ocurrir que sature por completo nuestro escritorio con el paso del tiempo. Por ende, esto se carga su función de mantener la organización de nuestros programas, y se convierte en un caos en que todo es difícil de distinguir. Así que si quieres ocultarlos de manera temporal, hay un truco del almendruco.
Haz clic derecho en un hueco vacío del escritorio y pulsa sobre «ver». Desde ahí, lo único que tendrás que hacer es desmarcar la opción «Mostrar iconos del escritorio». Pero no temas, porque no borra nada, tan solo los esconde a nuestra vista. Si pulsas sobre la carpeta de «Escritorio» desde dentro del explorador de archivos, podrás acceder a los iconos sin problema.
Personaliza la barra de tareas
La barra de tareas es el epicentro de nuestra actividad de Windows. Todos los programas en ejecución permanecen abiertos en ella, por lo que más nos vale no convertirla en un vertedero hasta arriba de iconos. Por suerte, hay maneras de ajustar los iconos que aparecen.
Para ello, ve a «Configuración» de Windows y selecciona «Personalización» desde las opciones del principal. Ahí podrás encontrar la opción de «Barra de tareas». Cuando pinches sobre ella, podrás ocultar elementos tales como la barra de búsqueda, los widgets…
Activa el modo oscuro
Desde mi punto de vista, este es el factor más importante. El modo oscuro no solo responde ante un gusto estético, sino que estamos ante una herramienta esencial para nuestra salud visual y para ahorrar batería en el caso de portátiles.
Si quieres activarlo, accede de nuevo a «Configuración» y elige la opción de «Personalización». Verás un apartado cuyo nombre es «Colores». Así que solo tienes que elegir «Oscuro» desde «Elige tu modo». Tus ojos lo agradecerán.
Organiza archivos en carpetas externas
El escritorio no tiene por qué ser un baúl de los recuerdos o un cajón desastroso. Siempre puedes crear nuevas carpetas dentro de «Documentos», por ejemplo, para agrupar buena parte de tus contenidos. Un ejemplo de ello podría ser «Trabajo», «Juegos», «Universidad»…
Si tienes el escritorio a reventar de iconos, y no sabes dónde mandarlos, ya sabes dónde pueden ir a parar todos los iconos que no sean indispensable para tu trabajo.