Si tus juegos van a tirones, esta función de Windows te ayudará a conocer el problema y solucionarlo

Lo primero que siempre hacemos cuando instalamos un nuevo juego es ajustar los valores gráficos a las posibilidades que nos ofrece tanto el equipo como la gráfica para poder disfrutar de la forma más fluida posible y que la experiencia sea lo más enriquecedora posible. Si queremos estar seguros de que hemos seleccionado la mejor configuración posible, tan solo debemos fijarnos en el número de fotogramas por segundo (FPS) a los que se mueve el juego.
Cuando más elevado es este número, se mostrarán un mayor número de imágenes por segundo, por lo que el contenido se mostrará de una forma más fluida. Conocer el