Si en Windows 10 nos encontramos con un sistema operativo tan potente y complejo, es en gran medida gracias a las actualizaciones que le llegan. Hay varios tipos de estas, algunas más completas, otras más sencillas, pero todas ellas necesarias en gran medida.
Pero eso sí, a pesar de su enorme importancia, estas actualizaciones de las que os hablamos aquí, son uno de los grandes hándicap de la firma de Redmond. Os decimos esto porque como seguro que os será familiar a muchos, estas son uno de los principales focos de problemas con el sistema operativo. Hay que tener en cuenta que, como os mencionamos antes, Windows 10 es muy complejo, y además funciona en alrededor de 1000 millones de equipos en todo el mundo.
Esto se traduce en que cuando el software como tal sufre grandes cambios, como es el caso, la llegada de ciertas incompatibilidades es difícil de evitar. Con todo y con ello, la misma Microsoft lleva años trabajando duro para que esto se pueda resolver, al menos todo lo que sea posible. Debido a esto que os comentamos, estas actualizaciones de Windows 10 son un punto de debate importante. Decimos esto porque, a pesar de su enorme importancia, muchos s se niegan a instalarlas en sus equipos.
Así, a continuación veremos algunas de las principales razones que explican aquellos que prefieren llevar a cabo este tipo de tareas.
licencia legal del sistema.