Para determinados usos que hacemos de nuestro ordenador, en ocasiones necesitamos utilizar más de una pantalla para así trabajar mejor. Estas capacidades ya las integra el sistema operativo Windows por defecto, pero en ocasiones nos podemos encontrar con algunos problemas.
Especialmente si llevamos a cabo tareas relacionadas con el diseño o la edición de contenidos multimedia, trabajar con más de un monitor nos será de enorme ayuda. De esta manera tendremos la posibilidad de extender nuestro escritorio de trabajo o utilizar varios de estos elementos de forma simultánea.
Por ejemplo se puede dar la circunstancia de que nuestro equipo con Windows no sea capaz de detectar ese
Una vez hayamos hecho esto que os comentamos, por ejemplo ya tendremos la posibilidad de ampliar el escritorio o trabajar con varias aplicaciones al mismo tiempo en varios pantallas, lo que será enormemente útil en muchas ocasiones. Aunque configurar una segunda pantalla suele ser un proceso sencillo, a veces Windows puede no detectar algunos de estos elementos adicionales que le conectemos. Las razones pueden ser de lo más variado, por lo que a continuación os hablaremos de algunas de las más comunes para solventar el problema en segundos.
Así ayudas a Windows a detectar el segundo monitor
Por tanto, cuando el ordenador no detecta la segunda pantalla, esto podría venir dado tanto por problemas con el software como con el hardware. Veamos cuáles son los más habituales en el sistema de Microsoft.
- Confirma que el monitor está conectado a una fuente de alimentación y que está encendido para que Windows pueda detectarlo. Si no tiene señal o corriente eléctrica ya sabemos dónde está el problema.
- Reinicia el ordenador. Esta es una solución mucho más efectiva de lo que podríamos pensar en un principio y así es posible que el sistema operativo detecte el monitor de una vez por todas.
- Usa los controles integrados del monitor. La mayoría de las pantallas cuenta con una serie de controles integrados que nos permiten configurar el dispositivo en todo momento. Estos nos permiten seleccionar el puerto de entrada correcto para que así Windows pueda detectar el hardware sin problemas.
- Cambia los puertos de entrada en el caso de que el monitor y la tarjeta gráfica dispongan de varios de estos, quizá alguno de ellos está defectuoso por la razón que sea.
- Conecta el monitor a otro ordenador para ver si el problema está en la pantalla como tal y no en el sistema operativo o en nuestro PC. También puedes probar con otro monitor para ver si lo detecta.
- Desconecta otros periféricos y componentes que tengas conectados al PC para así evitar problemas en relacionados con los conflictos hardware.
- Actualiza el firmware del monitor secundario, y lo mismo deberías hacer tanto con los controladores de la gráfica como con el sistema operativo como tal.