Todo el software ocupa cada vez más. Igual que hace tiempo los programas ocupaban menos de 1.44 MB y cabían en un disquete, los juegos no superaban los 700 MB (y ahora fácilmente alcanzan los 50 GB) o los sistemas operativos como Windows o Ubuntu se podían grabar en un CD, con el paso del tiempo todo va ocupando más espacio. Por lo tanto, cada vez necesitamos nuevos medios de instalación. Y aunque hoy en día 300 MB puede no parecer mucho, este espacio puede marcar una importante diferencia como acaba de ocurrir con Windows 10.
El medio de instalación más común para
De todas formas, aunque la imagen ISO de Windows 10 ocupe 4 GB esto no significa que cuando lo instalemos en el disco duro vaya a ocupar lo mismo. Por desgracia, un Windows 10 recién instalado ocupará 4 veces más, unos 16 GB de espacio. Y además sería recomendable tener al menos 60 GB en total para que el sistema operativo pueda funcionar con normalidad y sin problemas de espacio.
Cada vez Windows ocupará más espacio, pero no tenemos que preocuparnos
Sería muy raro (y preocupante) que a corto plazo Windows 10 vaya a ocupar más de 8 GB y tengamos que empezar a usar memorias de 16 GB para grabar la imagen ISO. Pero debemos tener en cuenta que el sistema operativo cada vez ocupará más espacio ya que trae nuevas funciones, herramientas y parches que, poco a poco, le hacen más grande.
De momento, con un USB de 8 GB o de 16 GB tendremos más que suficiente para llevar con nosotros la imagen de la última versión de Windows 10 y los principales programas que vayamos a utilizar para dejarlo todo instalado.