Cada vez que nos sentamos frente a nuestro ordenador, ya sea portátil o de sobremesa, en la mayoría de las ocasiones buscamos ser lo más productivos. Windows es el sistema operativo más habitual en estos equipos, por lo que juega un papel clave en nuestro trabajo diario con el PC.
Aquí utilizamos tanto el propio sistema como las aplicaciones instaladas para desempeñar todo tipo de tareas, tanto profesionales como relacionadas con el ocio. Sin embargo, algo que hemos podido comprobar la mayoría de primera mano, es que este conjunto no siempre funciona todo lo bien que nos gustaría. En ocasiones el software de Microsoft presenta determinados problemas de funcionamiento que nos pueden estropear la experiencia de uso con el equipo.
Algo más habitual de lo que en un principio podríamos pensar, es que nuestro ordenador basado en Windows se suspenda aleatoriamente cada cierto tiempo. No cabe duda de que esto es un serio inconveniente a la hora de trabajar en nuestro día a día con el PC. Es por ello por lo que os vamos a hablar de una serie de medidas que podéis tomar si os encontráis ante este inconveniente en vuestro equipo con Windows. El objetivo de todo ello será evitar esas suspensiones aleatorias tan molestas.
Cambia el plan de energía
En el supuesto de que tu ordenador entre en reposo de forma aleatoria, lo más probable es que haya algún problema con la configuración del plan de energía. Y es que Windows permite personalizar el tiempo tras el cual el PC entrará en reposo por sí mismo. Si está configurado en un plazo muy reducido, el ordenador entrará automáticamente en reposo cuando menos lo esperemos.
Para cambiar esto pinchamos con el botón derecho en el icono correspondiente de la barra de tareas y nos situamos en Opciones de energía. Aquí ya tendremos la oportunidad de establecer un período de tiempo más elevado.
Aprovecha el solucionador de problemas
Las más recientes versiones de Windows ponen a nuestra disposición una serie de solucionadores de problemas para solventar estos fallos de forma automática. Hay uno que se refiere específicamente a los fallos que podamos encontrar relacionados con la energía. Este lo encontramos en la aplicación de Configuración a la que accedemos mediante la combinación de teclas Win + I. En concreto en el apartado Actualización y seguridad / Solucionar problemas.