¿Eres de los que suspenden, o hiberna, siempre el PC? Tengo una mala noticia para ti

Es muy habitual encontrarnos con s que, en lugar de apagar el ordenador por completo cuando no lo están utilizando, lo dejan suspendido o en un estado de hibernación. A simple vista, esto puede parecer una decisión acertada, ya que nos permite reanudar el trabajo en cuestión de segundos, con todos los programas abiertos. Sin embargo, aunque estas funciones son cómodas, no es lo más recomendable para el día a día. Y te vamos a explicar por qué.
Para entenderlo bien, lo primero es explicar cómo funcionan estas dos opciones.
- Suspender el PC. Lo que hace es poner el PC en un estado de bajo consumo, similar al de apagado, manteniendo solo la memoria RAM con corriente. De esta forma, toda la información sigue cargada en ella, y podemos reanudarlo en un instante.
- Hibernar. Esta función, en cambio, lo que hace es guardar una copia completa de la memoria RAM en el disco duro, y luego apaga el PC por completo. Cuando lo encendemos, se comprobaba si la copia existe, y se vuelca, tal cual, de nuevo en la memoria para retomar la actividad del PC. Requiere de un espacio reservado en el disco duro igual al de la RAM, y es más lento que la suspensión. Pero consume menos energía.
Aunque para de vez en cuando puede valer este método, si abusamos de él podemos acabar teniendo problemas. Te vamos a decir cuáles son los más habituales, y os vamos a dar varias razones por las que, sí o sí, hay que apagar el PC.
Problemas de rendimiento
De sobra es sabido que, a medida que vamos usando el ordenador, este empieza a ir más y más lento. Los programas dejan procesos y archivos basura en la memoria que, poco a poco, empiezan a pesar a Windows.
Si suspendemos o hibernamos el PC, lo que hacemos es mantener los datos de la memoria intactos para poder retomar la actividad tal y donde la dejamos. Pero no estamos liberando los recursos.
Para ello, es necesario apagar el ordenador a menudo, o usar la función de reiniciar, de manera que tengamos un inicio limpio y el ordenador pueda funcionar lo más rápido posible.
Vulnerabilidades
Cuando sale un parche para Windows, este se debe instalar cuanto antes, ya que soluciona todo tipo de vulnerabilidades para poder hacer uso del PC de forma segura. Pero para que las actualizaciones terminen de instalarse hay que apagar, o reiniciar, el ordenador.
Si abusamos de la función de hibernar o suspender, estas actualizaciones no se instalan, sino que se quedan pendientes. Y cualquier malintencionado podría acabar hackeando nuestro PC y robando nuestros datos.
Daño en el hardware
La memoria, la placa, la U… todos los componentes de un ordenador de uso doméstico están pensados para funcionar durante todo el tiempo que sea necesario… pero con ciertos descansos. Por lo tanto, abusar de estas funciones puede acortar su vida útil.
En el caso de la hibernación, lo que se puede acabar dañando es el disco duro, sobre todo si es de tipo SSD, ya que estamos copiando todo el contenido de la memoria RAM a él, con el desgaste que eso implica. Pero, al suspender el PC, como la RAM, la placa base, y otros componentes tienen un mínimo de voltaje de mantenimiento, el desgaste es aún mayor.
¿Solución?
Como hemos dicho, suspender o hibernar el PC puede ser útil y práctico para usarlo de vez en cuando, cuando tenemos prisa, o cuando tenemos que dejar algún servicio o proceso abierto. Pero no deberíamos abusar mucho de ello.
En su lugar, lo que tenemos que hacer es apagar el ordenador siempre que vayamos a estar varias horas sin usarlo. De esta forma, además de descansar los componentes, cuando lo encendamos de nuevo, podremos estar seguros de que el sistema funciona al 100% de su capacidad.