Windows nunca ha destacado por ser un sistema operativo rápido y ligero. Más bien todo lo contrario. Tanto el propio sistema operativo, como los programas, consumen muchos más recursos que en otros sistemas, como puede ser Linux. Y esto se debe tanto a la complejidad de su Kernel como a la mala optimización de muchos desarrolladores. Sin embargo, en 2016, Windows 10 disparó de repente el gasto de memoria RAM. Y este no ha bajado desde entonces, sino más bien al contrario, ha ido aumentando. ¿Qué ha pasado?
El «culpable»: la memoria comprimida
Antes de la llegada de Windows 10, el sistema operativo hacía un uso intensivo de la
A medida que ha ido pasando el tiempo, Microsoft ha ido ajustando su sistema operativo para que cada vez use menos memoria comprimida. Y, actualmente, siempre que haya RAM disponible se intentará evitar el uso de esta compresión.
¿Es malo que Windows use más RAM?
Siempre solemos buscar sistemas operativos y programas que consuman menos memoria, y pensar que eso es bueno. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Windows consume mucha memoria RAM, más que las versiones más antiguas del SO, porque mientras haya memoria RAM suficiente intenta evitar tanto la paginación como la compresión de los datos.
De nada sirve tener un PC con 32 GB de memoria RAM si no se lo dejamos usar al sistema operativo. La memoria RAM está para usarla, y es mucho mejor que algo nos consuma 4 GB de memoria, y que esté, tal cual, en la RAM, antes de que ocupe 1.5 GB pero que esté comprimida o que se guarde en la paginación.
Si nuestro ordenador tiene poca memoria, tampoco tenemos por qué preocuparnos. Windows se encarga automáticamente de controlar los recursos disponibles y, en caso de que se esté llenando la memoria, recurrir a estas dos técnicas de las que ya hemos hablado para que nuestro PC funcione sin problemas.
Recordamos que Windows 11, además, ha aumentado sus requisitos mínimos, pidiendo ahora tener, al menos, 4 GB de RAM. ¿Los necesita? No, pero con ellos evita usar la compresión de los datos, y la paginación, para que el sistema pueda funcionar mejor.