Si trabajamos con más de un monitor de forma habitual, tenemos establecida una rutina que nos permite saber en qué pantalla se abre cada programa sin tener mirar ambas pantallas cuando ejecutamos una aplicación. Esto es gracias a Windows 11.
Con la llegada de Windows 11, Microsoft mejoró considerablemente el soporte de su sistema operativo para trabajar con más de un monitor, ya que permite al equipo, memorizar en que monitor hemos utilizado el programa la última vez que lo ejecutamos. Gracias a esta función, una vez hemos distribuido donde se muestran los programas que utilizamos habitualmente, cada vez que los abrimos, estos se muestran directamente en el correspondiente monitor, sin tener que distribuirlos nuevamente.
Lo que en un principio puede suponer una importante ventaja de cara al uso diario, es a su vez un problema si uno de los monitores deja de funcionar o si utilizamos un monitor adicional de forma esporádica y no lo encendemos siempre que utilizamos el ordenador, porque no nos va a hacer falta. Y decimos que supone un problema porque la aplicación seguirá mostrándose en el otro monitor y, por mucho que pulsamos sobre la aplicación, nunca vamos a poder cambiar su ubicación al monitor que tenemos encendido en ese momento.
Tampoco podemos utilizar el ratón para cambiar su ubicación al igual que tampoco podemos hacer uso de los escritorios virtuales. La única opción que tenemos para mover la aplicación del monitor que no tenemos encendido o que ha dejado de funcionar pasa por utilizar un atajo de teclado.
único monitor disponible.
Con un software de terceros
Los atajos de teclado son rápidos y efectivos, pero hay otras alternativas que pueden ofrecer el mismo control si trabajamos con varios monitores de manera regular y no esporádica. Un ejemplo lo tenemos en programas o software de terceros que nos ayudarán en la tarea. El mayor tiempo lo perderemos instalando estos programas, pero una vez hecho, cada vez que los necesitemos podremos pasar programas entre aplicaciones en cuestión de segundos.
Hay muchas aplicaciones pensadas para tal fin, pero podéis probar por ejemplo con DisplayFusion o Actual Multiple Monitors. Estos programas te van a ofrecer funciones avanzadas que no encontrarás en Windows de serie. Podrás mover ventanas, programas y configurar reglas incluso si uno de los monitores está apagado. También vas a poder extender la barra de tareas a todos los monitores y crear perfiles con diferentes configuraciones.
Arrastrar y soltar con el ratón
Como hemos visto, Windows 11 no soporta el arrastres de ventanas entre monitores si uno de ellos está apagado. Por ese motivo os hemos ofrecido alternativas con software de terceros. Pero si los dos monitores están encendidos, puedes arrastras hasta el borde de la pantalla hasta que aparezca el monitor próximo. Para ello, se necesita que los dos monitores estén configurados correctamente en Windows detallando su disposición física.
Crear un escritorio virtual
Esta no es una solución tan directa para mover aplicaciones de un monitor a otro, pero puede resolver la papeleta cuando uno de ellos está apagado. En Windows 11 podemos crear escritorios virtuales par organizar mejor el trabajo. De esta forma podemos tener aplicaciones en diferentes escritorios para ser visualizados en el monitor activo. Es una manera alternativa de segmentar el trabajo.
Para crear un nuevo escritorio virtual, presiona Win + Tab para abrir la Vista de Tareas y luego haciendo clic en el botón «Nuevo escritorio» en la parte superior. Para hacerlo más rápido puedes usar el atajo de teclado Win + Ctrl + D. Una vez creados varios