A pesar de la fiabilidad que nos ofrecen las últimas versiones del sistema de Microsoft, Windows, se trata de un software que no está exento de problemas. De hecho, en ocasiones nos podemos encontrar con fallos graves que incluso no nos permiten acceder a todo el contenido de nuestro PC.
Como no podía ser de otro modo, los máximos responsables del sistema operativo son plenamente conscientes de estos potenciales fallos que se pueden producir. Los mismos pueden venir dados por un fallo en la configuración, una actualización que llegue, la incompatibilidad con algún programa, un virus, y mucho más. De ahí precisamente que la propia Microsoft, de un tiempo a esta parte haya puesto a nuestra disposición una serie de funciones especialmente diseñadas para ayudarnos.
En concreto nos referimos a las diferentes herramientas integradas para la solución de problemas. De forma predeterminada estas funciones de auto reparación del sistema operativo las encontramos en la aplicación de Configuración y en el de control. De este modo nos encontramos con solucionadores de problemas para corregir errores relacionados con varios apartados. Entre estos podemos destacar elementos de la importancia del Bluetooth, Internet, Windows Update, el audio, la Redes e Internet o Sistema y seguridad.