Microsoft trabaja duro para que la gran mayoría de sus s trabajen en el día a día en Windows 10, con la versión más actualizada del sistema operativo. Sin embargo no siempre tienen el éxito esperado en este sentido.
Ya sea por desconfianza, o por no estar atentos a todo ello, muchos de estos trabajan normalmente con versiones antiguas del sistema. Debemos tener en cuenta que la empresa con sede en Redmond envía aproximadamente una actualización de características cada seis meses. Además con la misma suele recomendar a los s que actualicen lo antes posible para mantener sus equipos y sistemas a salvo y al día. Pero desafortunadamente, como tantas veces os hemos hecho comunicado, estas actualizaciones suelen provocar graves problemas entre algunos equipos.
De hecho esto es algo que podríamos decir que se ha convertido en un constante cada vez que los que Redmond nos hacen llegar una nueva actualización. Cierto es que los problemas afectan generalmente a unos pocos, pero parece ser algo un tanto arbitrario. Además en ocasiones nos encontramos con pantallazos azules, bloqueos del sistema, pérdida de datos propios, malfuncionamiento de ciertos componentes, etc. Es por todo ello que muchos s, en estos momentos prefieren atrasar la llegada o instalación de estos paquetes de