Windows 11 bloqueará los programas para personalizar el escritorio, la barra de tareas o el menú inicio

Con el lanzamiento de la última versión de su sistema operativo, Windows 11, desde el principio Microsoft ha querido dar una vuelta a su exitoso proyecto. Pero a pesar de todas sus novedades y tras asegurar que está desarrollado desde cero, lo cierto es que esta nueva versión contiene buena parte del código heredado de Windows anteriores, oculto en el sistema operativo.
Es fácil imaginar que con este movimiento lo que se ha intentado es ahorrar una buena cantidad de tiempo y esfuerzos previos al lanzamiento de Windows 11. Sin embargo, todo hace indicar que esta herencia de código podría desaparecer en breve. Antes de nada, os diremos que este es un cambio que se podría llevar a cabo, debido a su enorme importancia, en el próximo año 2024.
A lo largo de los últimos meses os hemos hablado en varias ocasiones del proyecto en el que trabaja el gigante del software, nos referimos a Windows 12. Sin embargo, antes de la llegada de este nuevo sistema operativo, la firma quiere introducir un importante cambio en el actual Windows 11. En concreto nos referimos a que parece que el gigante tecnológico pretende eliminar buena parte de los componentes heredados de las versiones anteriores.
Para aquellos que no lo sepáis, cabe mencionar que en estos instantes elementos de la importancia de la barra de tareas o la bandeja del sistema con el estilo antiguo, permanecen en el nuevo sistema operativo. Aquí también merece la pena destacar los componentes heredados del popular Explorador de archivos. Cierto es que se han llevado a cabo algunos cambios, como por ejemplo sucede con las esquinas redondeadas de multitud de elementos de Windows.
Microsoft planea un gran cambio para Windows 11
Pero con todo y con ello la compañía no ha eliminado características heredadas como la programas externos que utilizamos para cambiar y personalizar ciertos elementos del sistema, dejen de funcionar a partir de ese instante. Todo dependerá de los cambios que haga la propia Microsoft en su proyecto, o de si los desarrolladores de esas aplicaciones son capaces de adaptarse a los nuevos tiempos.