Tanto a nivel de , como más profesional o empresarial, la solución de hojas de cálculo Excel de Microsoft, es un software que casi siempre nos va a ser de mucha ayuda. Esto es algo que se hace especialmente patente cuando hablamos de trabajar con datos numéricos.
Es más, a medida que la cantidad de estos datos va en aumento, veremos que este programa que se integra en la suite ofimática de Microsoft, nos será más útil. Decimos esto porque el mismo nos servirá tanto para llevar la contabilidad doméstica de casa, como para hacer facturas o las cuentas de una empresa. Todo va a depender de los conocimientos que tengamos del programa, o del tiempo que echemos en el diseño de las hojas.
Sea como fuere, lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones aquí tratamos con una serie de datos un tanto delicados. Por un lado es preferible que no puedan caer en manos no deseadas, mientras que por otro tampoco deseamos perderlos accidentalmente. Es por todo lo comentado, en general para no perder esos datos, por lo que os recomendamos tomar ciertas precauciones.
Precauciones para evitar que los datos de Excel caigan en malas manos
De este modo, si nos centramos en el primero de los supuestos, es decir que esos datos propios no sean vistos por otros, lo primero que podemos hacer es usar una contraseña en Excel. Con esto os queremos decir que podemos proteger las hojas de cálculo con una personal para que nadie más pueda abrirla. Esto es algo que logramos desde la opción de menú Archivo de la interfaz principal del programa.
Ahora nos vamos a disponer a guardar la hoja como tal, por lo que pinchamos en, Guardar como, pero prestamos atención a una lista desplegable que se sitúa junto al botón Guardar, a su izquierda, llamada Herramientas.
Al mismo tiempo, dejando a un lado el programa de Microsoft, otra recomendación es que nosotros mismos hagamos copias de seguridad de los documentos creados aquí. Además estas copias las debemos hacer de manera periódica y en unidades diferentes a la principal del PC, o externas. Hay que tener en cuenta que esas hojas de Excel pueden ser necesarias en el futuro, o al menos en parte, y apenas ocupan espacio en disco.
Esta es una práctica que incluso podremos agradecer cuando estemos en pleno proceso de creación de los documentos, por si algo le sucede repentinamente el disco duro principal, por ejemplo.