El editor de textos propiedad de Microsoft y que se integra en Office, Word, es una herramienta que ha ganado en funcionalidad con el paso de los años. Con esto lo que se logra es que los millones de s del programa tengan en su poder muchos más tipos de uso.
Por ejemplo, merece la pena saber que el propio programa incluye una serie de formatos predefinidos para que podamos crear múltiples tipos de documentos de manera sencilla. Esto nos permite no tener que ajustar los parámetros del nuevo documento nosotros mismos a mano, lo que nos ahorra tiempo y posibles errores que veríamos al finalizar el mismo. Y es que son varios los apartados que debemos tener en cuenta a la hora de generar determinados contenidos.
Por regla general solemos crear nuestros propios documentos en formato de hoja A4, que es el que nos encontramos como predefinido al arrancar el programa. De hecho, esto es así básicamente porque es el tipo de documento que vamos a utilizar de manera habitual en este programa. Pero al igual que sucede en otras muchas funcionalidades de la aplicación de textos de Microsoft, tenemos otras muchas alternativas. Esto es algo que vamos a repasar en estas mismas líneas y que nos será muy útil en determinadas ocasiones.
En concreto aquí nos queremos centrar en la posibilidad de dar un formato de libro a los textos que estemos creando o editando. Este es un cambio que podemos llevar a cabo de manera sencilla y rápida, como vamos a ver a continuación.
Consejos para crear libros impresos en Word
A la hora de crear libros con Word es importante poner en práctica algunos consejos para obtener los mejores resultados. Lo primero es lo primero, decide el tamaño que quieres que tenga tu libro. Esto puede ser fácil de llevar a cabo pues solo debemos de elegir un libro de nuestra colección que tenga el tamaño ideal para nuestro libro y posteriormente, lo medimos y configuramos el tamaño de página en Word.
Otro punto importante que no debemos dejar de lado es crear un índice con los capítulos y secciones de cada uno, con sus correspondientes números de página, en caso de que las incluya. En el caso de tratarse de un libro formato, gracias al índice, será mucho más sencillo encontrar el contenido que quieren consultar los lectores.
También es importante que configuremos correctamente los márgenes. En función del tamaño y críticamente, del número de páginas, harán que tanto el grosor del libro como sus márgenes varíen. Debemos tener en cuenta dar un poco más de margen en la izquierda de las páginas impares y un margen extra en la derecha de las páginas pares, para que, una vez se han unido todas las páginas en una imprenta o copistería, el texto quede completamente centrado en la página.
No debemos numerar todas las páginas, pero si tenerlas en cuenta. La razón es que en algunos de nuestros documentos necesitaremos tener números de página en el pie de página (o encabezado), pero en otras partes del libro, como el título y las páginas de derechos de autor, no querremos números. Dentro de las opciones de numeración de páginas de Word, podemos establecer el rango de páginas que si queremos numerar y en cuales queremos saltarnos la numeración manteniendo la serie.
Crea un PDF con nuestro documento de Word
Ya sabéis que tenemos al alcance de la mano multitud de formatos de ficheros relacionados con el mundo de la ofimática que podemos utilizar. Por defecto, el programa que nos referimos ahora, Word de Microsoft utiliza DOCX en el que generalmente guardamos los proyectos que llevamos a cabo aquí. Sin embargo, a la hora de trabajar en un documento que deseamos que tenga el formato de libro, es recomendable utilizar otro tipo de archivo ofimático.
Lo más recomendable en este caso del que os hablamos ahora es utilizar el popular PDF que seguro os resulta más que familiar a la mayoría. Y es que estos archivos en concreto hoy día los utilizamos en todo tipo de entornos funcionamiento tanto a nivel de como profesional. De hecho, el editor de textos el gigante del software nos propone varios modos de guardar o convertir el documento en el que trabajamos en esos instantes, en un PDF. De entre las muchas ventajas que aquí encontramos, se complica considerablemente la posibilidad de editar y modificar ese archivo en concreto, algo muy útil para los libros que nos interesan ahora.
Por último, siempre es recomendable guardar nuestro libro en PDF, un formato que está cogiendo auge y popularidad por su calidad y por nunca perder su forma, lo cual hará que pueda abrir se correctamente en cualquier dispositivo compatible. Si queremos que el contenido del texto no se copie y pegue en otras aplicaciones o publicaciones, podemos utilizar una aplicación como PDFelement o Adobe Acrobat para desactivar esta función cuando convirtamos el documento Word a PDF.
Además, es interesante saber que al margen del programa de Microsoft del que os hablamos aquí, si nos hemos decantado por utilizar un archivo PDF para nuestro libro, tenemos a nuestro alcance un amplio abanico de posibilidades. Os decimos todo esto porque desde nuestro navegador de internet tenemos gratuito a una buena cantidad de aplicaciones web especialmente indicadas para ayudarnos a gestionar estos archivos.
Así tendremos a nuestra disposición una gran cantidad de funciones especialmente dedicadas a estos archivos para colocar sus páginas, eliminar algunas, cifrar el fichero completo, voltear algunos documentos, y mucho más. Por tanto, si trabajamos con un documento voluminoso lo hemos convertido a PDF, algo habitual en los libros, con estos programas gratuitos podremos gestionar mucho mejor las páginas que lo constituyen.
Usar otros formatos alternativos en los documentos de Word
Así, como os comentamos, en el supuesto de que lo que deseemos sea crear un nuevo documento en Word con formato de libro, el programa nos lo pone fácil. Es evidente que esto es algo bastante diferente en comparación con los A4 que usamos normalmente, por lo que veamos cómo podemos hacerlo. Como os comentamos, el propio programa tiene una configuración de página prediseñada para crear libros desde el programa. Esto nos va a permitir usar el programa para empezar a escribir y que las páginas qua añadamos se formateen y adapten a ese formato en concreto.
Y es que en algunas ocasiones y debido a la enorme funcionalidad de Word, como es el caso que nos ocupa, el tener que enfrentarnos a un documento en blanco y empezar a trabajar desde cero, puede ser un tanto molesto o complejo. Es por ello por lo que el poder echar mano de las mencionadas plantillas a las que os hacemos referencia, nos puede ahorrar mucho tiempo y esfuerzo. La principal razón de todo ello, al igual que por ejemplo sucede con Excel, es que estas ya incluyen muchos objetos predefinidos y aspectos. De este modo nos vamos a ahorrar el tener que implementarlos por nosotros mismos uno a uno.
Cierto es que todo ello lo podemos integrar nosotros mismos poco a poco en un documento de Word en blanco. Pero también es verdad que, si ya lo tenemos hecho, y nos tenemos que limitar a personalizarlos y adaptarlos, pues mejor que mejor. Por todo ello en estas mismas líneas os vamos a mostrar la manera de descargar plantillas que posteriormente usaremos en el programa de Microsoft.
Lo primero que debemos saber es que, al arrancar el propio editor de textos, Microsoft pone a nuestra disposición una buena cantidad de plantillas. Al mismo tiempo debemos conocer que estas vienen separadas por categorías dependiendo de su tipo de uso.
Entre estas encontramos temas tan populares y usados como tarjetas, cartas, educación, prospectos, libro, etc. Al mismo tiempo, en la parte superior de la interfaz, podemos hacer uso del potente buscador de plantillas para localizar una temática un poco más concreta. Pero claro, el número de elementos de este tipo es limitado, por lo que quizá queramos echar mano de otras externas. Os decimos esto porque en Internet podemos encontrar miles de plantillas para Word diseñadas por terceros, además de las oficiales de la misma Microsoft.
Decir que para acceder a las que la firma de Redmond nos ofrece desde su propia web oficial. Pero claro, otros muchos s repartidos por todo el mundo, a su vez y con el tiempo han creado sus propias plantillas. De este modo, si las han compartido para el resto de los internautas, seguro que estas nos podrán ser de ayuda en determinadas ocasiones.
Convertir un DOCX en un libro electrónico
Antes de nada debemos tener presente que no hay que confundir convertir un documento cualquiera que hemos creado en Microsoft Word, y darle un formato de libro, que convertir ese mismo documento en un libro electrónico. Son tareas completamente diferentes aunque quizá en determinados casos lo que realmente nos interesa es, a partir de un archivo DOCX, obtener un libro electrónico por ejemplo para cargarlo en nuestro Kindle.
Aunque el dispositivo de Amazon no es compatible con los formatos más utilizados en estas lides como son los EPUB, programas como Calibre los convierten directamente, llegado al caso. Con todo esto lo que esperemos decir es que si os encontráis ante la tesitura de que deseáis convertir un fichero creado en Word, aún libro electrónico en formato EPUB para guardarlo en cualquier dispositivo de lectura, este es un proceso mucho más sencillo de lo que parece en un principio.
Por ejemplo tenemos al alcance de la mano multitud de aplicaciones web a las que podemos acceder directamente desde nuestro navegador favorito para llevar a cabo estas tareas. Una de las propuestas más populares y utilizadas es la llamada Convertio qué podemos utilizar de manera completamente gratuita. Aquí no tendremos más que subir de manera directa el archivo de origen, en este caso el correspondiente DOCX, para que la aplicación se ponga en marcha y nos devuelva un EPUB en cuestión de segundos. Esto es algo que podemos llevar a cabo de manera rápida y sencilla a través de este enlace.
Merece la pena destacar que esta es una aplicación que también soporta el trabajo en lotes, esto significa que tendremos la posibilidad de realizar esta conversión de manera directa sobre múltiples archivos que subamos a la plataforma de una sola vez.