Los navegadores web actuales son un tipo de software en concreto que nos permite navegar por Internet de la manera más cómoda y funcional posible, todo ello con seguridad. Sus desarrolladores son plenamente conscientes de lo que suponen estas aplicaciones hoy día, por lo que no paran de mejorarlas. Pero en este caso nos queremos centrar en un término que forma parte importante de este software, las cookies.
Ya nos refiramos a Microsoft Edge, Google Chrome, Firefox, Opera, etc., estos programas, a pesar de ser de diferentes desarrolladores, comparten mucho. En concreto nos referimos a muchas funciones, botones, opciones y características que encontramos en todas las propuestas. Hay que tener en cuenta que en realidad todos ellos tienen un único objetivo, algo que logran de un modo muy similar. Claro, luego están las pequeñas, o no tan pequeñas, diferencias que hacen que los s se decanten por una propuesta, u otra.
Pero sea cual sea la propuesta por la que nos decantemos, las cookies son un elemento común con el que vamos a tener que tratar sí o sí. Pero antes de nada, lo primero que debemos conocer es qué son las cookies a las que os hacemos referencia. Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado el término en multitud de ocasiones, pero quizá muchos aún no sepáis a qué se refiere realmente. Es por ello que a continuación os ayudaremos en todo ello.
Qué son las cookies de los navegadores
Pues bien, para que tengamos claro de lo que hablamos aquí, en primer lugar hay que saber que las cookies en realidad no son más que pequeños ficheros. Estos se almacenan en el propio navegador web y los crean los sitios web que visitamos de manera automática. Decir que estos solo contienen pequeñas cantidades de datos que se envían entre un emisor y un receptor.
Como os podréis imaginar, en este caso el mencionado emisor es el servidor que aloja la web y que visitamos, mientras que el receptor es el navegador que usamos para ello. Por tanto, como vemos, realmente no tienen nada de especial, son simples ficheros que se guardan en el disco, como el resto. Ahora bien, lo importante al mismo tiempo es saber para qué se utilizan estos, o su finalidad.
Estas nos acompañan desde hace décadas, en concreto desde mediados de los 90, y se crearon para que las tiendas electrónicas sacasen mayor beneficio y fuesen más funcionales tras las visitas de los internautas.
Finalidad de las cookies
Llegados a este punto debemos saber que estas cookies tienen como propósito principal el identificar a los s que visitan sus sitios web. Esto se logra almacenando el historial de actividad de esa misma web a través de las cookies de las que os hablamos. De esta manera en el futuro todo ello permitirá a la página en cuestión ofrecer un contenido más apropiado según nuestros hábitos de navegación. Es por ello, como os podréis imaginar, que muchos consideran estos elementos como una clara violación de su privacidad online.
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