Cuando instalamos Windows 10 desde cero en nuestro equipo, lo primero que nos encontramos es con una interfaz de propia y prediseñada. El aspecto de la misma es el resultado de mucho tiempo de trabajo y esfuerzo de los ingenieros de Microsoft para ofrecernos el mejor sistema operativo posible.
A partir de ahí, con el paso de los días o meses, nos daremos cuenta de que esos mismos ingenieros ponen a nuestra disposición una serie de funciones para personalizar esto. En concreto nos referimos a que disponemos de varias características implementadas en el sistema que nos permiten cambiar el aspecto del mismo. Esto hace referencia a apartados de la importancia de los iconos, colores, fondos, sonidos o tema genérico de Windows. De hecho con el paso de los años esto es algo que ha ido aumentando.
Sirva como ejemplo los diferentes modos oscuros que estos momentos están llegando a la mayoría de las aplicaciones que usamos en el día a día. Estos poco a poco llegan a las plataformas y programas, tanto de escritorio como móviles, como alternativa a la interfaz habitual. Por tanto a estas alturas podríamos decir que los denominados como modos oscuros se están extendiendo y ganando en popularidad. Como no podía ser de otro modo, esto es algo que afecta igualmente a Windows 10.
Activar el tema oscuro nativo en Windows
En primer lugar os diremos que el propio Windows 10, desde hace varias versiones, dispone de su propio tema oscuro nativo. Este le podremos activar desde la aplicación de Configuración del sistema a la que podemos acceder a través de la combinación de teclas Win + I. Entonces se abre una nueva ventana en la que pinchamos sobre la opción de Personalización. Una vez en la misma nos tenemos que situar en el apartado llamado Colores.