Para poder usar Windows legalmente es necesario activarlo con una licencia. La licencia es el famoso número de serie que necesitamos introducir durante la instalación o en el proceso de activación para desbloquear todas las funciones del sistema operativo. Según la edición de la licencia (Home o Pro) esta tiene un precio más o menos caro. Y, además, según el tipo de esta (OEM o Retail), esta será más o menos cara. Sin embargo, ¿qué pasa si tenemos dos ordenadores? ¿Tendremos que comprar dos licencias o nos funcionará solo con una?
Para empezar, os vamos a decir que la descarga del sistema operativo, como tal por ejemplo a través de una imagen ISO, es totalmente legal. De hecho, la propia Microsoft pone a nuestra disposición diferentes métodos para bajar las últimas versiones de su sistema operativo. Esto nos permite instalar el mismo en nuestro equipo en el caso de que no dispongamos de ningún otro software para arrancarlo. Es más, incluso tendremos la posibilidad de configurar el sistema acorde a nuestras necesidades y empezar a trabajar con el mismo.
Pero a pesar de todo esto, debemos tener muy presente que este trabajo estará limitado en cuanto a sus funciones y modos de uso. Con esto lo que os queremos decir es que, para poder trabajar de manera completamente legal en Windows, además del software como tal, debemos disponer de una clave o licencia que es lo que realmente pagamos. Precisamente por esto ese número de serie que formará parte de nuestro sistema operativo es único. Esto quiere decir que cuando adquirimos y pagamos por el sistema de Microsoft, lo que estamos comprando es la clave o licencia.
Ahora bien, hay diferentes tipos de los que podemos echar mano en estos instantes, y es de ello de lo que precisamente os queremos hablar a continuación.
Diferencias entre OEM y Retail
Lo primero que debemos recordar es la diferencia entre los dos tipos de licencia. Por un lado, tenemos la licencia OEM, más barata que generalmente solo se vende a fabricantes. Esta es la que viene por defecto cuando compramos un PC y es solo válida para ese PC. La licencia Retail es más cara, y es la que puede comprar cualquier . Esta no queda vinculada a ningún hardware, y si cambiamos de ordenador podemos activarla otras veces.
Si somos de los que compramos ordenadores ya ensamblados no tendremos problema, ya que la mayoría vienen con licencias (OEM) de fábrica. Sin embargo, si tenemos uno, dos o más ordenadores montados por nosotros mismos, o por una tienda, la cosa cambia. Estos ordenadores no suelen tener una licencia de Windows. Y es aquí donde empiezan las preguntas que por supuesto nos disponemos a resolver en estas líneas.
Además de las dos anteriores, Microsoft también ofrece otro tipo de licencia por volumen. Estas licencias permiten activar varios PCs con Windows usando una misma clave, pero están reservadas exclusivamente para empresas. Los s domésticos no pueden comprarlas, y si consiguen alguna, Microsoft las puede revocar. Solo están disponibles para Windows Pro, Enterprise, LTSC y Education.
¿Puedo usarlas en dos PCs?
Las licencias OEM de Windows solo son válidas para un hardware concreto. Esta viene vinculada a la placa base, y mientras que nos deja cambiar algunos componentes (como el disco duro, la memoria e incluso la gráfica, si se puede), en el momento que se cambia la placa o la U la licencia deja de ser válida. Con suerte, si solo cambiamos la U podríamos recuperarla a través del SAT de Microsoft. Pero si muere la placa, la clave muere con ella. De ahí precisamente que, como os comentamos antes, este tipo de licencias en concreto son las que nos proporcionan muchas veces los propios fabricantes del PC que compramos.
Esto significa que, si tenemos una licencia OEM y la tenemos activada en un ordenador en concreto, esta no se podrá activar en otro ordenador. Sin embargo, sí podríamos aprovechar la licencia en caso de comprar una placa base idéntica a la que teníamos. Pero tiene que ser idéntica, incluso en revisión. De lo contrario será inválida, algo que no suele ser demasiado habitual y en la mayoría de los casos, no nos valdrá la pena.
Obviamente, cada clave es única. Y, por lo tanto, no podremos activarla de ninguna manera en otros ordenadores, como os comentamos.
Las licencias Retail tienen un margen más amplio en lo que a activación se refiere, de ahí que en muchos casos sea preferible decantarnos por las mismas. Estas licencias no se vinculan a un hardware concreto, y se pueden transferir. Por ello, si compramos otro ordenador podremos activarlo con la clave correspondiente. Y esto se podrá hacer varias veces. Incluso si compramos ordenadores muy a menudo y Microsoft la bloquea, el SAT nos permitirá seguir activando la licencia en los nuevos ordenadores.
Sin embargo, no debemos confundir esto con poder activar la misma licencia en dos ordenadores diferentes. La clave se puede transferir, pero solo puede estar activa en un ordenador al mismo tiempo.
Si activamos una licencia Retail en un segundo ordenador pueden ocurrir 3 cosas:
- Por un tiempo puede funcionar sin problemas (aunque no durará para siempre).
- Se activará el segundo PC, pero se desactivará el primero.
- Microsoft detectará la licencia como «uso fraudulento» y la bloqueará. Entonces ni el primer ordenador, ni el segundo, ni ninguno podrán usarla.
Por supuesto, dentro de un mismo ordenador podemos hacer cambios, como comprar un disco duro nuevo, y formatear y reinstalar Windows 10 sin problemas. Esto no afectará a la licencia (ni tampoco a la OEM).
Una licencia solo vale en un PC, sin excepciones
Los términos de uso de Microsoft son claros. Solo permite usar una licencia en un PC al mismo tiempo. Da igual que sea OEM y Retail. Una clave solo puede estar usada una vez al mismo tiempo.
¿Y qué pasa si los dos ordenadores son iguales? En teoría podríamos pensar que, si los dos ordenadores tienen el mismo hardware, y además clonamos el sistema operativo para tener el mismo ID, la licencia funcionará. Y es cierto, lo hará. Sin embargo, Microsoft sabrá perfectamente que son dos ordenadores distintos, y podría desactivarla igualmente.
Cómo activar Windows en dos PCs diferentes
Pues la verdad es que en este caso solo hay una opción: comprar dos licencias. No hay ninguna forma legal de activar dos o más ordenadores con una misma licencia. Incluso las licencias KMS de empresas son diferentes y van vinculadas a un equipo de activación. La única forma de activar Windows en dos ordenadores diferentes comprando dos licencias, ya sean OEM o Retail. Y usar cada una de ellas para un PC.
Y si por alguna razón teníamos una licencia OEM y ahora la queremos usar en nuestro ordenador nuevo, no podremos hacerlo. Tendremos que comprar igualmente una nueva licencia para poder activarla en este ordenador. Podemos aprovechar y comprar una licencia Retail para que, si en el futuro volvemos a cambiar de PC, podamos mantener la licencia en vigor.
Microsoft únicamente permite utilizar una licencia por ordenador, sin embargo, si permite utilizar la misma cuenta de Microsoft en hasta 10 ordenadores diferentes, siempre y cuando todos ellos tengan a la Microsoft Store. Si no es así, el número de equipos gestionados por Windows que pueden asociarse a una misma cuenta de Microsoft es ilimitado. El motivo de esta limitación a 10 equipos que utilicen la Microsoft Store se debe a que, a través de la tienda, se pueden alquilar y comprar películas y, como es lógico, Microsoft no quiere que estas se puedan ver en múltiples equipos utilizando una única cuenta.
¿Puedo actualizar Windows con una licencia, o toca pagar?
Ya ha quedado claro que una licencia vale solo para un PC a la vez, sin excepciones. Pero ¿está ligada a una versión concreta del sistema operativo?
Hace tiempo, una licencia solo servía para una sola versión del sistema operativo. Hablamos hasta la era de Windows XP. Con el lanzamiento de Vista, y el posterior lanzamiento de Windows 7, los s tenían la posibilidad de actualizar al nuevo sistema pagando tan solo un poquito más. Y, con el lanzamiento de Windows 8, todos los s con claves originales de Windows 7 podían actualizar de forma gratuita. Esto se ha mantenido hasta la fecha, de manera que de 8 pudimos pasar a 10, y de 10 al nuevo Windows 11, sin tener que pagar nada más.
Si la clave es del tipo Retail, y la compramos en la era de Windows 7, una vez actualizada a Windows 11 (por ejemplo), podremos usarla para reinstalar de nuevo la última versión de Windows sin problemas, incluso si nos compramos un ordenador nuevo. Sin embargo, si la clave es OEM, de las que vienen preinstaladas en el PC, no tenemos esa posibilidad y, si alguna vez cambiamos de PC, tendremos que usar una clave nueva.
Sanciones que puede imponerte Microsoft
Aunque es cierto que Microsoft es bastante indulgente en cuanto a sus políticas, también es cierto que, de repente, puede aplicar las normas e imponer sanciones a los s. Las sanciones que nos podemos encontrar si usamos una misma clave en dos PCs diferentes, o usamos otros «trucos» para activar Windows son:
- Bloqueo de la clave. Este es el más leve. Microsoft marcaría la clave como no válida, y desactivaría todos los PCs que la usaran. Esta clave quedaría inutilizada y, si queremos reactivar Windows, habría que pasar de nuevo por caja.
- Pérdida de actualizaciones. Un Windows sin activar puede no recibir todas las actualizaciones, ni de seguridad ni de versiones, de Microsoft. Habría un error en la autenticación con Windows Update y nos quedaríamos sin parches.
- Auditorías y sanciones para empresas. Aunque esto no se aplica para s domésticos, si somos una empresa Microsoft podría aplicarnos sanciones económicas, y otros castigos, por romper su contrato de licencia. Y el valor de estas sanciones será bastante alto.
Compra licencias en sitios fiables, verifica su autenticidad, y úsalas en un solo PC al mismo tiempo para poder usar tu PC con Windows sin restricciones.