El nuevo menú Inicio de Windows 11 ha sido uno de los cambios más polémicos que ha introducido Microsoft en su nuevo sistema operativo. En todas las versiones anteriores de Windows siempre se diseñó en la parte inferior izquierda, ahora ha pasado al centro, ha eliminado los «tiles» que aparecieron con Windows 8 y han apostado por un diseño más minimalista que no es del agrado de todos los s. Por suerte, existe la posibilidad de volver al menú clásico. Y hoy veremos cómo.
De cara a actualizar la interfaz de en Windows 11, Microsoft ha intentado crear una interfaz más atractiva, refrescante y minimalista que mejore nuestra experiencia de uso, junto con otras características para mejorar el rendimiento del sistema.
Pero a pesar de todas las novedades que encontramos en la nueva versión del sistema operativo, tanto funcionales como de interfaz, hay determinados apartados que han generado bastante controversia entre los s. Un claro ejemplo de todo ello lo encontramos tanto en la barra de tareas habitual en la interfaz de Windows, como en su menú inicio. De ahí precisamente que algunos desarrolladores de terceros hayan empezado a trabajar en sus proyectos para traer de vuelta estos elementos de Windows 10 a Windows 11.
En estas mismas líneas nos queremos centrar precisamente en la vuelta del mencionado menú Inicio que tanto ha dado de qué hablar en los últimos años. De hecho, en multitud de ocasiones se ha especulado con la desaparición total de este elemento.
Características del Inicio de Windows 11
Uno de los cambios de diseño más notables de Windows 11 lo encontramos en el menú de Inicio que se ve diferente al que podíamos encontrar en Windows 10. Ahora, se encuentra situado en el centro de la barra de tareas en lugar de la izquierda, como venía sucediendo hasta ahora.
Una vez terminado, abrimos su menú de Configuración, desde el cual nos permitirá elegir entre tres estilos para el menú Inicio:
- Estilo básico: similar al que podíamos encontrar en el mítico Windows XP.
- Clásico con dos columnas: igual al anterior, pero sumando una columna con los s directos.
- Estilo Windows 7: recupera el menú clásico de Windows 7.
En cualquiera de ellos podemos pulsar en Seleccionar la piel, lo cual nos llevará a la pestaña de Piel. Aquí la podemos cambiar por Classic Skin, Metallic, Metro, Midnight, Windows 8 y Windows Aero.
Una vez hemos instalado la aplicación, tenemos a nuestra disposición un gran número de opciones de configuración para añadir temas al menú de inicio, cambiar el icono del botón por una de las diferentes imágenes predeterminadas que incluye (podemos añadir más), añadir los botones directos para apagar, suspender o reiniciar el equipo. Si únicamente queremos que se vuelva a mostrar el menú de inicio clásico de Windows 10 en Windows 11, también tenemos esa opción disponible sin necesidad de modificar ningún parámetro de la aplicación.
Menú Inicio X está disponible en versiones gratuita y de pago. Sin embargo, con la versión gratuita es más que suficiente si queremos recuperar el clásico menú de inicio en nuestro equipo. Podemos descargar esta aplicación directamente desde su página web a la que podemos acceder pulsando en el siguiente enlace. La versión Pro nos ofrece dos funcionalidades que no están disponibles en la versión gratuita, pero que no afectan a la posibilidad de disfrutar del menú de Windows 10 en Windows 11. Tiene un precio de 10 euros, por lo que, si nos gusta la aplicación, nunca está de más apoyarla comprando la licencia de la versión Pro.
Preguntas frecuentes
¿Tienes dudas sobre el proceso de restaurar la apariencia clásica de Windows? Te ayudamos a resolverlas.
¿Qué método es mejor?
Aunque el «truco» del registro funciona, nuestra recomendación es apostar mejor por los programas. Estas herramientas hicieron su debut en la era de Windows 8, por lo que llevan muchos años mejorando y depurando sus funciones. Con ellas vas a poder tener, sí o sí, el menú de inicio clásico en Windows 11, y te sentirás mucho más cómodo al trabajar con el PC.
¿Puede haber problemas con las actualizaciones?
Este es el punto más complejo en este sentido. Y, en pocas palabras, sí, puede haber problemas. Aunque no llegarán a ser tan críticos que te impidan usar el PC, puede ocurrir, por ejemplo, que tras una actualización el programa deje de funcionar hasta que los desarrolladores lo actualicen. O que tengas dos inicios al mismo tiempo debido a que el programa no sobrescribe al original.
En ambos casos, suelen ser errores temporales, y se suelen solucionar con relativa facilidad. Eso sí, recomendaríamos desinstalar estos programas cuando hay que instalar actualizaciones grandes (como la 24H2, la 25H2, etc) para evitar errores.
¿Afecta al rendimiento?
Los programas suelen ser bastante ligeros, por lo que en un principio no debería verse afectado el rendimiento general del ordenador. No obstante, debemos tener en cuenta que se trata de un proceso más que se queda en la memoria, por lo que algo se puede notar. O, también, puede añadirse cierto retraso a la hora de abrir los menús, o, si el programa se queda bloqueado o se cierra inesperadamente, quedarnos sin menú inicio.