El uso de ordenadores portátiles va cada vez más en aumento ya que son muchos los s que prefieren optar por un equipo que puedan llevar fácilmente de un sitio para otro, aunque en ocasiones haya que sacrificar algo de potencia. A diferencia de los ordenadores de sobremesa, los portátiles cuentan con la pantalla integrada, por lo que no dispone de ningún tipo de botón que nos permita apagar el monitor mientras que funciona. Esto puede suponer un hándicap en caso de que no lo tengamos conectado a la red ya que el consumo de batería se dispara al ser la pantalla uno de los componentes que más energía consumen. Por ello, hoy os mostramos cómo apagar la pantalla del portátil mientras que sigue en funcionamiento.
Por defecto, Windows incorpora un modo de suspensión e hibernación donde detiene de forma temporal todo el sistema apagando la pantalla. Para ello sólo deberemos ir a “Configuración”, pulsar sobre “Inicio/apagado y suspensión”. Desde aquí podremos configurar la pantalla para que cuando usemos la batería o esté enchufado se desconecte al cabo un tiempo. También podemos suspender el equipo tanto mientras usamos la batería como si está conectado, para que se active después de un periodo de tiempo de inactividad.
No podemos olvidar que cuando hablamos de la pantalla, más aún si disponemos de un ordenador portátil, hablamos de uno de los componentes más importantes. Con esto lo que queremos decir es que sí está dispositivo no funciona correctamente, podríamos tener serios problemas. Así mismo siempre va a ser de agradecer que podamos personalizar su funcionamiento y tener un mayor control sobre dicha pantalla, para que la experiencia con el PC sea mejor. Esto es precisamente de lo que os vamos a hablar en las próximas líneas, en poder controlar de manera más eficiente la pantalla de vuestro portátil.
Ventajas de controlar la pantalla del portátil
Cuando nos trabajamos con un ordenador portátil, al contrario de lo que sucede con la mayoría de los equipos de sobremesa, la propia pantalla es de por sí un componente incluido en el equipo. Esto hace que la misma dependa mucho más del equipo como tal y de su funcionamiento. Se podría decir que, frente a una pantalla de un PC de sobremesa, aquí ese componente pierde buena parte de su autonomía. De ahí que, para poder controlarla un poco más, tengamos que echar mano de algunos trucos del propio sistema operativo, como es el caso.
Y es que el poder gestionar el apagado o encendido de esta pantalla de manera independiente al resto del portátil, como U o unidades de disco, nos puede aportar algunas importantes ventajas. Entre estas sin duda podemos destacar la autonomía del PC, ya que estas pantallas son de los componentes que más batería gastan. Además, podremos tener una mayor privacidad, más si trabajamos rodeados de mucha gente que puede ver el contenido de lo que hacemos en todo momento.
Por tanto, como vemos, la posibilidad de poder apagar la pantalla de nuestro ordenador portátil de manera independiente al resto del equipo puede ser muy útil. Además, este tipo de acciones influirán directamente tanto a la privacidad personal, como el funcionamiento y autonomía del propio equipo. Es precisamente por todo esto por lo que a continuación os vamos a dar una serie de útiles soluciones si queréis llevar esto a cabo.
Apagar al cerrar la tapa y que siga funcionando
Otra de las funciones de las que podemos aprovecharnos en este mismo sentido, es de la posibilidad de apagar la pantalla del ordenador portátil al cerrar la tapa. Por regla general, al llevar a cabo esta acción que os comentamos, lo que hacemos es que el equipo se apague o entre en suspensión. Sin embargo, eso no es lo que realmente nos interesa en determinadas circunstancias.
Por ejemplo, se puede dar el caso de que hayamos conectado el PC a un televisor vía HDMI para ver una película o una serie. En este caso, entre otros usos similares, al tener ya la imagen en gran formato en el televisor, la de la pantalla del portátil en realidad nos molesta. Es por ello por lo que una funcionalidad de Windows nos permite apagar la pantalla al bajar la tapa, pero que el equipo siga funcionando. Para ello lo primero que hacemos es pulsar con el botón derecho del ratón en el icono de la batería de la barra de herramientas del sistema. Este es el que se sitúa junto a al reloj, por ejemplo.
Entonces aquí seleccionamos la entrada de Opciones de energía, mientras que en la parte izquierda de la ventana que aparece, encontramos Elegir el comportamiento del cierre de la tapa. Pinchamos en la misma y ya veremos dos listas desplegables donde personalizamos el comportamiento del equipo al bajar la mencionada tapa. Esto es algo que podremos especificar tanto si tenemos el portátil conectado a la red eléctrica, como si está
Por defecto, el sistema operativo trae unos cuantos protectores de pantalla para configurarlos. Y, además, podemos instalar nosotros mismos los que queramos (como los clásicos de Windows 98 o XP) para darle un toque retro al ordenador. Si configuramos el protector, este se lanzará automáticamente cuando le indiquemos (por ejemplo, al cabo de unos minutos de inactividad). Y, así, evitaremos tener siempre a la vista el escritorio de Windows. Cuando queramos usar el PC, basta con mover el ratón para estar ya directamente en él, sin inicios de sesión ni esperar un solo segundo.
Bajar el brillo al mínimo
Otra solución que debemos considerar es la posibilidad de reducir el brillo al máximo a través de las teclas función dedicadas en combinación con la tecla Fn. De esta forma, si no queremos apagar la pantalla completamente para supervisar el proceso que está realizando nuestro equipo, sin vernos obligados a encender la pantalla de forma periódica, podemos hacerlo sin ningún problema y sin necesidad de interactuar con el equipo. Estás teclas representan esta función a través del icono de un sol con generalmente se encuentran situadas en las teclas de función.
Es más, podríamos decir que, a la hora de optimizar la autonomía de un ordenador portátil, este cambio que os mencionamos para bajar el brillo es una de las soluciones más efectivas. Hay que tener en consideración que la pantalla en un equipo de estas características es uno de los elementos que más consume batería, de ahí su importancia.
Modificar las opciones de energía
Modificar las opciones de energía del equipo para que reduzca el consumo de batería del portátil es otra de las funciones que Windows pone a nuestra disposición. Para navegar o utilizar aplicaciones sencillas, no es necesario que el equipo esté funcionando a pleno rendimiento, por lo que podemos configurar el plan de energía en Equilibrado. Sin embargo, si queremos editar imágenes o vídeos, si es necesario que el proceso de lo máximo de sí, siempre y cuando queramos realizar el proceso en el menor tiempo posible. Las aplicaciones de edición de vídeo y fotografías generalmente siempre están asociadas a un consumo elevado de batería, al igual que los juegos, en especial los que, además, necesitan de una gráfica dedicada para funcionar de forma fluida.
¿Se siguen descargando los ficheros con la pantalla apagada?
Llegados a este punto deberíamos diferenciar bien lo que es la U de nuestro ordenador y la pantalla. Tanto en los equipos de sobremesa como en los ordenadores portátiles son 2 componentes completamente independientes por lo que uno puede funcionar y el otro apagarse, como ahora estamos viendo con la pantalla como tal.
Esto quiere decir básicamente que en el caso de que estemos llevando a cabo diversas tareas que utilizan las unidades de disco o el procesador del equipo, podrán seguir funcionando aunque apaguemos la pantalla con alguno de los métodos que os hemos expuesto. Esto es algo que se hace extensible en el caso de que estemos descargando contenidos y deseemos que sigan bajándose aunque apaguemos la pantalla.
Eso sí, en determinadas circunstancias hay algunas cosas que deberíamos tener en consideración, por ejemplo si trabajamos con un ordenador portátil. Por regla general y de forma predeterminada al cerrar la tapa del portátil para apagar la pantalla, el equipo entra en modo de suspensión. Estas indicará que las descargas que tengamos activas en ese momento cesarán de inmediato.
Sin embargo esto es algo que el sistema operativo de Microsoft nos permite personalizar por ejemplo a través de las opciones de energía, icono que encontramos en la bandeja del sistema. Aquí podremos especificar a Windows el comportamiento que tendrá la tapa del ordenador portátil cuando la cerremos. Así, con un sencillo cambio tendremos la posibilidad de continuar con las descargas de archivos que tengamos en ese momento en marcha, apagar la pantalla para ahorrar batería, y que el equipo no entre en modo de suspensión o hibernación.
Evidentemente este movimiento se hace extensible a otras muchas tareas que podemos estar llevando a cabo en ese momento con el PC y que deseamos que continúen una vez hayamos apagado la pantalla del portátil o cerrado su tapa.
¿Cuánta batería podemos ahorrar?
Igual que ocurre en los móviles, tablets y consolas portátiles, la pantalla es uno de los elementos que más batería consumen de un portátil. Por lo tanto, si la desconectamos, estaremos consiguiendo un ahorro más que considerable en lo que a batería se refiere. Claro está que no podremos usar el portátil, a no ser que tengamos conectada una pantalla externa (y esta deberá estar enchufada). Pero también puede sernos de utilidad cuando estemos realizando ciertas tareas que no requieren que estemos todo el rato encima. Por ejemplo, descargando archivos, o descomprimiendo archivos muy grandes.
Dependiendo de la tarea que esté haciendo el ordenador en segundo plano, es posible alargar la duración de su batería hasta una hora. E incluso más. Pero, cuanto más se use el hardware, menos durará, por mucho que tengamos la pantalla apagada, ya que el ahorro que puede suponer tener la pantalla del portátil apagada lo vamos a invertir en aprovechar al máximo la potencia del equipo. Pero, si, además de pagar la pantalla, utilizamos el plan de energía económico, y no utilizamos los puertos USB con ratón o le conectamos unidades de almacenamiento, podemos ampliar perfectamente la duración de la batería en un par de horas, siempre y cuando la batería esté en buen estado, no podemos esperar milagros.
Otras ventajas
Acostumbrarnos a apagar la pantalla de manera frecuente una práctica interesante por muchos motivos. La primera ventaja es que notaremos una reducción del desgaste de la propia pantalla, especialmente en modelos con es LED o LCD. Hay que tener en cuenta que están diseñadas para soportar decenas de miles de horas de uso antes de que el brillo comience a degradarse significativamente, por lo que apagando la pantalla aumentaremos con creces su vida útil.
Bien es cierto que esta práctica tenía mucho más sentido hace años, con los monitores CRT de los Pcs de antaño, que eran propensos a quemaduras o «burn-in». Lo que sin duda se reduce a la apagar la pantalla en monitores modernos es el consumo energético. No obstante el método elegido también puede influir mucho en la durabilidad de la pantalla. No es lo mimos elegir apagar la pantalla desde el botón de encendido y dejar la pantalla sin plegar, que cerrar la tapa repetidamente para aprovechar la configuración de «No hacer nada». En este caso son las bisagras del portátil las que salen peor paradas.
Otra gran ventaja es que apagar la pantalla también puede influir en la temperatura interna del portátil. La pantalla genera calor, pero en realidad son el procesador y la GPU los principales responsables de las altas temperaturas cuando el equipo está bajo una carga fuerte de trabajo. Con la pantalla apagada los ventiladores pueden enfocarse en refrigerar esos componentes mientras la pantalla se mantiene estable.
Protege tu Windows con este atajo de teclado
En multitud de ocasiones solemos cerrar la pantalla de nuestro ordenador portátil por motivos de privacidad y seguridad. Esto es algo que se hace especialmente patente en el supuesto de que trabajemos rodeados de otras personas y tengamos que movernos del sitio de manera periódica. Por tanto para que nadie más pueda acceder a nuestro sistema operativo y sus correspondientes aplicaciones, cerramos la tapa del ordenador portátil para que se apague y además nos solicite la contraseña para volver a acceder al equipo.
Cierto es que hay diferentes maneras, tal y como hemos visto en estas mismas líneas, de evitar que el ordenador hiberne al llevar a cabo esta acción con la tapa. Pero por seguridad casi siempre es recomendable configurar Windows para que nos envíe la pantalla de bloqueo al bajar este elemento.
Pero llegados a este punto os vamos a hablar de un atajo de teclado que seguro os va a encantar a muchos y que cierra la sesión del sistema operativo de manera inmediata y además se puede decir que es la forma más rápida. Para ello no tenemos más que hacer uso de la combinación de teclas Win + L, para que el sistema operativo de inmediato cierre la sesión y nos envié a la pantalla de bloqueo.
De esta manera no tendremos ni siquiera que cerrar la tapa del equipo y mantendremos los datos almacenados a salvo en todo momento. Una vez nos hayamos acostumbrado al uso de este atajo de teclado que os con mencionamos, no será necesario usar ni el menú inicio ni otros métodos para suspender o hibernar nuestro ordenador de manera rápida y sencilla.