Desde octubre de 2022, Windows 11 ya es una realidad para todos los ordenadores compatibles, pudiéndose actualizar de manera gratuita desde Windows 10. Pese a que Microsoft anunció que no obligará a sus s a actualizar, lo cierto es que hace sus pequeñas «trampas» para aprovechar cualquier actualización pendiente para instalarlo en nuestro equipo casi sin que nos demos cuenta. En caso de que no estemos convencidos de pasar al nuevo sistema operativo, tenemos la oportunidad de forzar el bloqueo a la nueva versión de Windows de diferentes maneras.
Por lo general y salvo que nos encontremos muy cerca del fin de soporte para una versión de Windows, el sistema operativo no debería actualizar sin nuestro consentimiento. Si acudimos al apartado de Windows Update encontraremos la actualización a Windows 11 disponible si nuestro ordenador cumple con los requisitos establecidos.
Salvo que le debemos al botón de descargar e instalar, la nueva versión no debería descargarse. Pero como más vale prevenir que lamentar, en caso de que no nos interese el nuevo sistema operativo de Microsoft, podemos evitar que ni por error, podamos bajarla, disponemos de diversas maneras para bloquearla de manera forzosa.
Por qué no actualizar todavía a Windows 11
No son pocos los s que han decidido no actualizar, por el momento su ordenadora Windows. Y es que, como sucede con cada nuevo sistema operativo cuando se lanza, este no está exento de errores, problemas y riesgos de seguridad. Esto unido a que sus mejoras parece que van encaminada más a un punto estético que funcional, hace que prefiramos quedarnos como estamos.
No en vano, Windows 10 ya lleva entre nosotros más de cinco años, por lo que gran parte de sus errores y problemas se han ido solucionando en el tiempo. También hay que tener en cuenta que, Microsoft ha ofrecido soporte hasta 2025, por lo que aún podemos seguir usándolo sin temor durante los tres próximos años.
Junto a todo ello, cabe mencionar los altos requisitos de hardware que requiere Windows 11, necesitando para su funcionamiento el doble de RAM y de espacio en disco que su predecesor. Pese a las novedades como los Widgets, el modo juego y la compatibilidad con Android, puede que no sean suficientes atractivos cómo para apostar por el cambio.
Cada vez que se lanza una nueva versión de Windows, es recomendable esperar como mínimo 1 año antes de instalarla. Con casi más de un año y medio en el mercado, el período de gracia que los s podemos darle a la nueva versión de Windows ha pasado ya que Microsoft ha tenido tiempo más que suficiente para pulir todos los errores con los que llegó Windows 11 al mercado y en la actualidad, si nuestro equipo es compatible con esta versión de Windows, es más que recomendable actualizarlo.
Pasos para detener la actualización automática
Si bien Microsoft promete que Windows 11 no se actualizará al a fuerza en nuestro ordenador con Windows 10, quién sabe si esto cambiará en el futuro, por lo que podemos bloquearlo a la fuerza. Para ello podemos usar el apartado Windows Update, el Editor de registro o el Editor de directivas de grupo.
Bloquear temporalmente Windows Update
La forma más sencilla de bloquear la actualización de Windows 11 de forma temporal es retrasar la descarga e instalación desde Windows Update. Para ello, accedemos al menú de Configuración pulsando el atajo de teclado «Windows + I». Posteriormente hacemos clic en «Actualización y seguridad» en la parte inferior y Windows Update en el menú lateral izquierdo. Aquí encontramos la opción de «Pausar actualizaciones durante 7 días», de forma que se bloquean durante este periodo.
Ya solo queda cerrar el Editor y reiniciar para que los cambios se apliquen correctamente. De esta forma, Windows 10 se quedará en la versión 21H2 y actualizará hasta que lo variemos con posterioridad.
¿Es seguro seguir en Windows 10?
Con el lanzamiento de Windows 11, comenzó la cuenta atrás del soporte oficial de Microsoft a Windows 10, soporte que, inicialmente está previsto que finalice en 2025, cuando se cumplan 10 años de su lanzamiento al mercado. Hasta la fecha, Microsoft seguirá lanzando actualizaciones de seguridad para Windows 10, al igual que para Windows 11, por lo que podemos seguir utilizando el sistema operativo de forma totalmente segura y sin correr ningún riesgo. Una vez finalice el período de soporte oficial, si queremos seguir protegidos, tendremos que actualizar nuestro equipo, si es compatible o bien comprar un nuevo equipo que si lo sea.
Si el equipo que utilizamos habitualmente funciona perfectamente con Windows 10 y no es compatible con Windows 11, es recomendable esperar a 2025 antes de comprar un nuevo equipo, a no ser que, por nuestro trabajo o estudios, no podamos conformarnos con un equipo con bajas prestaciones. Si es nuestro caso, debemos comprar un modelo que incluya un SSD y, como mínimo 16 GB de RAM. Si bien es cierto que con 8 GB es más que suficiente, si queremos que el equipo nos dure unos cuantos años, mejor andar sobrados desde el principio.
Por qué tantos s se niegan a migrar a Windows 11
A finales del año 2025 Windows 10 llegará al final de su soporte oficial por parte de Microsoft. Ya hemos contado que esto significa que dejaremos de recibir actualizaciones para el sistema operativo, al menos de forma gratuita. De ahí que a partir de ese instante ya no será en absoluto recomendable seguir utilizando esta versión de Windows.
Cierto es que el gigante del software ofrecerá a los s y empresas actualizaciones de pago, pero esto será poco interesante para los s de a pie. Quizá algunas empresas que hayan comenzado demasiado tarde el proceso de migración a Windows 11, se tengan qué suscribir a este servicio de actualizaciones de pago.
Sin embargo lo cierto es que el paso de Windows 10 a Windows 11 está costando mucho más de lo que Microsoft preveía en un principio. Y son varias las razones de todo ello. Desde su lanzamiento, muchos s han criticado la nueva versión del sistema y han preferido seguir trabajando con la antigua, a pesar de la comentada fecha de caducidad.
Una de las principales razones de esta negativa son los requisitos hardware que nos pide Windows 11, ya que incluso algunos equipos actuales no los cumplen. Todo ello por no hablar de aquellos casos en los que disponemos de ordenadores antiguos o un tanto limitados en cuanto a hardware. Al margen de esto, muchos están en desacuerdo con algunos nuevos diseños de funciones importantes en la interfaz. Por ejemplo esto es algo que atañe de manera directa a la barra de tareas a la que estamos tan acostumbrados, o al menú Inicio.
También es cierto que a pesar de las críticas recibidas, Windows 10 ha terminado siendo un buen sistema operativo, fiable y seguro. De ahí que a muchos les cueste dar el paso a la nueva versión que os comentamos.
Consecuencias de bloquear las actualizaciones en Windows 10
Hay que tener presente siempre que ir en contra de las decisiones de Microsoft es lícito, pero nos expone a ciertos riesgos que Windows no tendrá intención de subvertir. Así que, como toda decisión, tiene tanto sus ventajas como sus desventajas. Y aquí vamos a conocer los riesgos y beneficios de optar por esta solución.
Beneficios de bloquear las actualizaciones
Cada actualización que Windows saca a la luz puede conllevar errores inesperados para nuestro hardware y software, y alterar el funcionamiento de nuestro PC. Así que podemos ahorrarnos algunos problemas de compatibilidad que puedan venir con estas actualizaciones. Si no descargamos las nuevas actualizaciones, nos ahorramos este tipo de errores.
Si, por otra parte, utilizas Windows 10 dentro de una empresa, o tal vez utilizas algún software en particular para trabajar, la mejor opción siempre será alterar lo mínimo posible tu espacio de trabajo. Así que si tu versión actual de Windows se mantiene en perfecto funcionamiento, ¿por qué deberías arriesgar?
Junto a los dos puntos anteriores, otro gran «pro» de bloquear las actualizaciones es el hecho de que podemos controlar el funcionamiento de nuestro PC. Este estado nos dejará investigar por nuestra cuenta las críticas de las actualizaciones para saber si merece la pena actualizar o no, pero no dependeremos de la agenda de Microsoft.
Riesgos de bloquear las actualizaciones
En esta sección podemos ser mucho más certeros. El principal peligro de no mantener nuestro PC actualizado es que seremos vulnerables a las brechas de seguridad que se hayan detectado. Si Windows consigue cerrarlas e implementa esta programación en su siguiente actualización, nosotros seguiremos igualmente en peligro al no actualizar.
También, si miramos el funcionamiento del PC a largo plazo, ciertos controladores pueden dejar de funcionar para las versiones más obsoletas de Windows, por lo que podemos quedarnos «colgando» con nuestro hardware. Y, por último, si seguimos con nuestra intención de bloquear actualizaciones, perderemos muchas mejoras en el rendimiento o incluso con las herramientas que vaya sacando Microsoft con el tiempo.