Windows es un sistema operativo que cuenta con diversas opciones de personalización para que podamos adaptarlo visualmente a nuestros gustos. Una de estas opciones es la posibilidad de cambiar el fondo de pantalla que colocamos en el escritorio. De esta forma podemos colocar cualquier foto propia o descargada de diferentes páginas web, con distintos tipos de resoluciones como HD, Full-HD, 4K, en función de la que mejor se adapte a nuestro escritorio.
Realizar esta tarea es una de las labores más básicas que podemos llevar a cabo en el sistema operativo de Microsoft, y aunque el proceso suele ser similar cambia un poco según usemos Windows 10 u el recientemente estrenado Windows 11, por lo que puede que algunos s puedan encontrar algunos problemas a la hora de poder llevar a cabo esta configuración por primera vez.
Cambiar fondo en Windows 10
Si contamos con Windows 10 como sistema operativo, podemos cambiar su fondo accediendo al menú de «Configuración», usando el atajo de teclado «Windows + I». Posteriormente seleccionamos el apartado de Personalización, y en la nueva ventana que nos aparece no aseguramos de seleccionar el apartado de Fondo en la columna de la izquierda.
Aquí nos encontramos con todas las opciones de configuración que tenemos a nuestra disposición, así como una vista previa con el fondo y los colores del tema que tengamos seleccionados
Tipos de fondo
Lo primero con que nos encontramos es con el tipo de fondo. Aquí podremos disponibles tres opciones a elegir. Por un lado, podemos configurar cualquier imagen que tengamos almacenada en nuestro ordenador, también podemos establecer un color sólido y uniforme o bien crear una presentación acorde a un álbum de fotos.
En el caso de que seleccionemos una imagen, tendremos debajo el apartado de «Elige una imagen» donde podemos ver las últimas fotos que hemos usado anteriormente por si queremos volver a cambiar a uno de ellos. También nos encontramos con el botón de Examinar. Al hacer clic sobre él nos permite buscar la imagen que queramos en nuestro ordenador.
Si escogemos como tipo la «Presentación», nos aparecerá el apartado «Elegir álbumes» para la presentación, donde debemos de pulsar en el botón «Examinar» para elegirla desde nuestro disco duro. También nos permite configurar el tiempo para el cambio de imagen (1, 10 o 30 minutos, así como 1 o 6 horas, o bien un día por completo). También podemos activar las asillas de «Orden aleatorio» e incluso hacer que la presentación se ejecute, aunque estemos usando la batería.
Elegir un ajuste
Tanto si usamos una imagen como una presentación nos aparece en la parte inferior el apartado de Elegir un ajuste. Si pulsamos en la flecha se nos desplegará un menú donde podemos elegir uno de los siguientes:
- Rellenar: como su nombre indica, se encarga rellanar toda la pantalla con el fondo respetando proporciones. Eso sí, debemos de tener en cuenta que si es más grande que la resolución veremos solo un trozo.
- Ajustar: mediante esta opción podremos ajustar el fondo en tamaño original a la resolución que estemos usando en nuestra pantalla. En este caso, si esta resolución es inferior a la que usamos en el monitor comprobaremos como aparecen franjas de color para rellenar.
- Expandir: tal y como podemos interpretar por su nombre, esta opción se encarga de expandir el fondo para que quede ajustado a la pantalla. Eso sí, debemos de tener en cuenta que no respeta las proporciones, por lo que puede dar la sensación de una imagen estirada.
- Mosaico: en el caso de que el fondo sea más pequeño que la resolución, es posible poder rellenarlo a base de copias de este. Es una opción muy interesante para imágenes con una pequeña resolución.
- Centro: este tipo se centra el fondo en el escritorio. En el caso de que sea más pequeño que la resolución se encargará de crear un borde alrededor de color sólido para rellenar.
- Extender: por último, podemos extender el fondo para usarlo en su resolución original. Si es más grande que la resolución solo veremos un trozo de él, pues no lo ajustará para ver todo el fondo en cuestión.
Para ello, el programa utiliza la API de LocationIQ para convertir nuestra ubicación a latitud y longitud o bien usar el servicio de ubicación del propio Windows. La aplicación es de código abierto y gratuita y nos ofrece un pack de fondos ya configurados para usarlos a nuestro gusto. Además, podemos crear nuestros propios fondos dinámicos que el programa se encargará de cambiar automáticamente. Lo podemos descargar desde la Microsoft Store.
Optar por poner un Tema
Desde el apartado de «Personalización» también podemos optar por los Temas para decorar el fondo de nuestro escritorio. Cuando hablamos de un tema, nos referimos una combinación de imágenes de fondo, colores y ventanas y sonido. Estos pueden ser personalizados y se pueden descargar desde diferentes páginas webs o desde la propia Microsoft Store.
Desde el apartado de Cambiar tema, podemos pulsar en «Obtener más temas en Microsoft Store». Esto nos abrirá la tienda de aplicaciones de Microsoft con una amplia colección de temas que podemos descargar de manera gratuita y que se aplicarán automáticamente sobre el sistema, cambiando el fondo y colores.
También podemos hacer uso de webs de terceros como themepack.me que cuenta con un amplio almacén de temas organizados por categorías, como son juegos, animes, películas, naturaleza y por supuesto, deportes. Todos los temas cuentan con una alta calidad de imagen, y se encuentran siempre en constante actualización. Basta con descargar el tema deseado y hacer doble clic sobre el archivo para que se aplique automáticamente.
Cómo hacerlo en Windows 11
Si queremos cambiar el fondo de pantalla del escritorio en Windows podemos hacerlo de manera sencilla desde su propio menú de Configuración. A él podemos acceder pulsando el atajo de teclado «Windows + I». Posteriormente hacemos clic en «Personalizar», en la barra de la izquierda, mientras que en el lado derecho seleccionamos la opción de «Fondo».
Personalizar el fondo
Dentro del apartado de configuración de Fondo, debemos buscar la opción de «Personalizar el fondo» y hacemos clic en su menú desplegable, donde podemos elegir entre tres tipos de opciones:
- Imagen: esta opción nos permite seleccionar una imagen o fotografía para usar como fondo de escritorio.
- Sólido: mediante esta opción podemos elegir un color de fondo solido para el escritorio.
- Presentación: aquí podemos seleccionar una carpeta de imágenes que podemos usar como fondo de escritorios que cambian de forma automática con el tiempo.
La opción de Imagen solo se aplica al escritorio que tengamos activo, mientras que las opciones de Sólido y Presentación se aplicarán tanto al escritorio activo como a todos los escritorios virtuales a la vez.
Elegir una imagen
Podemos optar por cambiar la apariencia de Windows eligiendo una imagen, para lo cual tendremos disponibles dos opciones. Por un lado, podemos seleccionar imagen dentro del menú de Personalizar fondo. A continuación, dispondremos de dos opciones, pues podemos optar por elegir una imagen que hayamos usado recientemente dentro del apartado Imágenes recientes haciendo clic en cualquiera de las miniaturas. Por otro lado, podemos elegir una nueva foto pulsando en «Examinar carpetas» y elegirla desde nuestro disco duro. Desde el menú desplegable hacemos clic en «Elija un ajuste para la imagen de escritorio».
Cómo elegir la mejor imagen para el escritorio
Ya hemos visto que tenemos la posibilidad de personalizar la imagen de fondo de nuestro escritorio de Windows en cualquier momento. De hecho podemos crear y configurar un tema propio para que esas imágenes se vayan cambiando por sí solas cada cierto tiempo. Sin embargo y como os podéis imaginar, aquí juega un papel fundamental el que elijamos bien los archivos gráficos que servirán para hacer de fondos de pantalla en el sistema operativo.
De ahí que en estas líneas los vamos a mencionar algunos puntos clave que debéis tener muy en cuenta a la hora de seleccionar estos fondos que en ocasiones nos puedan acompañar durante años en Windows. Llegados a este punto lo primero que debemos tener presente es que necesitamos una imagen de calidad. Con esto queremos decir que debéis descartar las fotos pequeñas, desenfocadas o con granulado. A nadie le gusta disponer de un fondo de pantalla en el escritorio que no se vea bien.
Además deberíamos adaptar su resolución, ya que es de gran tamaño, a la resolución por defecto que utilizamos en nuestra pantalla. Así se adaptará a la perfección a nuestro escritorio. Ese ajuste le pueden hacer de manera rápida y sencilla con cualquier programa de edición de imágenes. Por otro lado también deberíamos elegir una foto que no tenga un fondo ni demasiado claro ni demasiado oscuro. De lo contrario esto podría hacer que los iconos que normalmente situamos en el escritorio del sistema operativo no se vean bien o se confundan con el propio fondo.
Problemas al cambiar el fondo de pantalla de Windows
Cambiar el fondo de pantalla de Windows no tiene ciencia, como hemos visto más atrás. Es una tarea sencilla al alcance del menos avanzado de este sistema operativo. Pero este simple acto, no siempre sale como esperamos. Hay problemas inesperados derivados de cambiar el fondo de pantalla, como que el fondo no se aplique o que la pantalla se quede en negro. Estos fallos son comunes tanto en Windows 10 como en Windows 11.
Dentro de todo el abanico de problemas que pueden surgir, uno de los más habituales que cuando el fondo de pantalla parece estar bloqueado y no cambia, incluso después de haber hecho todos los pasos. Esto es algo que suele ocurrir en equipos de trabajo que son gestionados por un y no permiten realizar ciertos cambios, restringiendo la personalización. Podemos salir de dudas desde «Configuración > Personalización > Fondo» y si las opciones están deshabilitadas o en gris. Si no es el caso, puede que estemos ante un error puntual. Reinicia el equipo y prueba de nuevo.
También puede ocurrir que Windows no reconozca la imagen correctamente. Las causas suelen venir por parte de un archivo corrupto o un formato no compatible. Windows no tiene problemas con formatos típicos como JPG, PNG y BMP, pero a veces un archivo descargado puede tener una codificación y formato no compatible. Hay un método sencillo para solucionarlo y es abrir el archivo con un editor sencillo como Paint, y guardar el archivo en JPG o PNG, incluso aunque ya estén en ese formato. Guarda el archivo sobrescribiendo los datos y prueba de nuevo.
En caso de que el fondo siga sin aplicarse o la vista previa no aparezca en el menú de Configutración, podríamos hablar de un problema temporal del Explorador de Windows, que gestiona la interfaz gráfica. La solución puede ser tan sencilla como reiniciar el Explorador de Windows. Para ello presiona Ctrl + Shift + Esc para abrir el de Tareas, busca «Explorador de Windows» en la pestaña «Procesos», haz clic derecho y selecciona «Reiniciar». El escritorio se reiniciará y mostrará el nuevo fondo de manera correcta.