Un ordenador está formado por tres elementos inseparables: monitor, teclado y procesador. Si alguno de ellos falta o deja de funcionar, no podemos seguir haciendo uso del equipo hasta que busquemos una solución. Pero, si funciona, aunque lo haga de forma errática, y dependiendo del tipo de problema que sea, podemos buscar una solución, siempre y cuando no se trate de un problema de hardware.
Uno de los problemas que, inicialmente, parecen muy complicados de arreglar está relacionado con la pantalla. Una pantalla que no muestra correctamente los colores, estén desvanecidos, parpadea, se apaga y enciende, nos muestra la ajustada a la pantalla, entre otros. La solución a todos estos problemas, siempre y cuando esté relacionada con el software, tiene una solución muy sencilla.
Posibles soluciones si la pantalla se ve descolorida
Si la pantalla no muestra los colores correctamente, lo más probable, es que se trate de algún ajuste que hemos modificado sin darnos cuenta o que ha realizado una aplicación que hemos instalado en el equipo.
Desactivar el HDR
La mejora de color que ofrece la tecnología HDR no es compatible con todos los monitores ni todos interpretan esa información correctamente, llegando a distorsionarlos.
Si nuestro monitor es compatible con la tecnología HDR, Windows permite desactivarlo desde las opciones de configuración de Windows (Win + i), pulsando en el apartado Sistema y, seguidamente, en Pantalla. En la columna de la izquierda, en el apartado Windows HD Color, pulsamos en Configuración de Windows HD Color y desmarcamos la casilla HDR y WCG.
Si queremos desactivar la opción HDR del monitor, debemos acceder a las opciones de configuración de Windows (Win + i), pulsamos en Sistema – Pantalla y, en la columna de la derecha, desactivamos la casilla Utilizar HDR.
Eliminar el perfil de color
Otro apartado que debemos revisar para buscar una solución al problema de visualización que presenta nuestro equipo se encuentra en los perfiles de color. Para eliminar cualquier perfil de control que tengamos establecido en el equipo, debemos acceder al de control, tanto si se trata de Windows 10 como de Windows 11.
Para acceder al de control, vamos a utilizar el cuadro de búsqueda de Windows. A continuación, en el cuadro de búsqueda introducimos el término istración de color y seleccionamos el primer resultado. En la ventana que se muestra, pulsamos en Dispositivos, pulsamos sobre el cuadro desplegable para seleccionar el monitor conectado a nuestro equipo, que será Pantalla 1: seguido del modelo del monitor y la gráfica si tuviéramos una dedicada. En la parte inferior, se mostrarán todos los perfiles asociados si tuviera alguno.
Comprobar que el problema no es de hardware
Lo primero que debemos comprobar antes de realizar cualquier otra operación, es asegurarnos que el equipo funciona correctamente, es decir, que el problema no es del monitor.
En un portátil
Si se trata de un equipo portátil, tan solo debemos fijarnos si, nada más pulsar el botón de arranque del equipo, se muestra cualquier tipo de imagen en pantalla, ya sea el logotipo del fabricante o cualquier otra información, pero que muestre algo.
Si no muestra ninguna imagen, todo apunta a que el problema es, o bien del monitor, o bien de la tarjeta gráfica. En cualquier caso, al ser un problema de hardware, la solución más económica, por raro que suene, es comprar otro equipo. Reparar un portátil, al igual que cualquier otro dispositivo electrónico, es un proceso que lleva mucho tiempo y, además, los repuestos son muy caros.
Lo que, sí podemos hacer, si nuestra economía no nos permite comprar un nuevo equipo es asegurarnos que el problema no es de la tarjeta gráfica. Para comprobarlo, tan solo debemos conectar la salida HDMI del equipo a la TV y comprobar si se muestra la señal. Si es así, tan solo vamos a necesitar un monitor conectado al portátil para poder seguir utilizándolo.
Con un ordenador de sobremesa
En un ordenador de sobremesa, es mucho más sencillo asegurarnos, ya que tan solo debemos conectar el monitor a un dispositivo con salida HDMI y comprobar si se muestra la señal de vídeo y audio. Si no se muestra, ya podemos tirar el monitor a la basura o aprovechar el período de garantía si todavía dispone de ella. En Amazon podemos encontrar monitores de 24 pulgadas por algo más de 70 euros.
Pero, si el monitor funciona correctamente, el problema se encuentra en la tarjeta gráfica. Si el equipo dispone de una tarjeta gráfica dedicada, debemos utilizar la salida de vídeo de la placa base y comprobar si se muestra señal. Si con la salida de vídeo de la placa base, se muestra imagen en el monitor, el problema es de la gráfica y la solución es la misma de siempre: comprar una nueva.