A pesar de llevar abandonado desde 2014, Windows XP sigue siendo uno de los sistemas operativos más queridos por los s. A lo largo de sus más de 13 años de vida, este sistema consiguió ganarse un hueco en los recuerdos de los s, además de ganarse el título de uno de los mejores sistemas operativos desarrollados por Microsoft, junto a su sucesor, Windows 7. Hoy en día, instalar y usar este sistema operativo puede ser algo tedioso, ya que nos encontraremos con muchas limitaciones. Pero, si lo echamos de menos, nada nos impedirá volver a ponerlo en marcha en nuestro PC.
A nivel funcional y para sacarle provecho, lo cierto es que hacer uso de este sistema operativo en estos instantes no tiene demasiado sentido. Sin embargo, aún hay s que llevan a cabo este proceso de instalación por diversas razones, más allá de su uso en el día a día. Por ejemplo, algunos pueden intentar llevar a cabo algunas pruebas determinadas y concretas en Windows XP relacionadas con ciertas funciones o programas específicos. Y es que debemos tener en cuenta que hay aún algunas organizaciones que utilizan este sistema de manera habitual y, en un principio, no tienen la intención de cambiar o modernizarse.
Igualmente, nos podemos encontrar con algunos s más nostálgicos que quieran echar un vistazo y rememorar viejos tiempos utilizando esta versión antigua de Windows. Es precisamente para todos estos, para los que serán de utilidad los pasos que os vamos a mencionar a continuación. Eso sí, como mencionamos, el trabajo en el día a día con Windows XP en estos instantes no es ni productivo ni seguro, por mucho que hayamos querido al sistema operativo en su momento.
Requisitos de Windows XP
Hoy en día es casi imposible encontrar un ordenador que no cumpla con los requisitos de este sistema operativo. Es más, es probable que incluso no funcione en nuestro PC, precisamente, por lo contrario, por ser demasiado nuevo y potente y no ser compatible con él.
Pero comprarnos con un PC que no cumpla con los requisitos mínimos de este sistema operativo es bastante complicado. A no ser que hayamos rescatado una U que teníamos guardada en el trastero y a la que queremos dar una segunda oportunidad instalando en estos instantes Windows XP. Sea como sea, a continuación, os vamos a mostrar los requerimientos necesarios para poder instalar este sistema operativo y usarlo sin problema alguno.
Los requisitos para poder instalar y ejecutar el sistema operativo eran de un ordenador de gama baja en 2001, y estos son los siguientes:
- Procesador Intel o AMD a 230 MHz. (300 MHz recomendados o 500 MHz óptimos)
- 64 MB de memoria RAM (128 MB recomendados y 512 MB óptimos).
- 1 GB de espacio en el disco (2 GB recomendados para un funcionamiento óptimo).
- Tarjeta gráfica que ita, al menos, 600×800.
- Ratón y teclado para usarlo.
Dadas las limitaciones de este sistema, además, podríamos considerar otros requisitos adicionales, como que el disco duro debía estar en modo IDE (o SATA, si teníamos los drivers en un disquete que debíamos introducir durante la instalación) y tener un sistema BIOS clásico, o UEFI en modo Legacy, ya que no es capaz de arrancar con Secure Boot.
Dados estos requisitos, seguramente deberíamos plantearnos si merece la pena instalar XP físicamente en nuestro PC, o instalarlo mejor en una máquina virtual que podemos crear de forma gratuita tanto con VirtualBox como con VMware. Esta máquina virtual se ejecuta por encima de nuestro sistema principal (que seguramente sea Windows 10 o Windows 11), y nos permitirá usar Windows XP de forma segura y como si lo tuviéramos instalado realmente en el PC.
Seguidamente, empezará el proceso previo a la instalación, en el que primeramente nos pedirá «Presiona F6 si desea instalar un SCSI o RAID de otro fabricante», y «Presione F2 para ejecutar la Recuperación de sistema automatizado…». Salvo que queramos hacerlo (casi seguro que no) ignoraremos estos mensajes y esperaremos a que se carguen todos los controladores.



Una vez se haya copiado todo, nos aparecerá la siguiente pantalla, en la que deberemos pulsar ENTER para empezar la instalación de Windows XP. En caso de querer entrar a la consola de recuperación, por el motivo que sea, en lugar de ENTER pulsaremos la tecla R, como nos indica.
Entonces deberemos pulsar C y crear una partición en el espacio no particionado que tengamos. Esto también puede ser válido si tenemos espacio no particionado en un disco con múltiples particiones. Seleccionaremos el espacio no particionado con más capacidad (no el de pocas MB). Una vez pulsemos C para crear la partición, nos pedirá que asignemos la cantidad de espacio que queramos para el XP. Recordad que debe ser un mínimo de 1.5 GB, pero se recomienda 15 GB o más. Y, cuando nos pida formatear, elegimos el sistema de archivos NTFS. Da igual si queremos un formateo rápido o uno normal.





Con la cantidad de espacio definida, pulsamos ENTER y nos sale la partición que hemos creado que es la que deberemos escoger para instalar. Cuando pulsemos ENTER con la partición nueva seleccionada, el sistema empezará a analizar el disco duro para comprobar que todo está correcto y no hay posibles errores.
Al acabar, es entonces cuando empezará a copiar los archivos necesarios para la instalación y nos mostrará una barra de progreso.


Una vez acaba de copiar los archivos el sistema se reinicia automáticamente, o bien pulsamos ENTER para ahorrarnos los 15 segundos de margen.
Entonces tenemos esta pantalla donde se comienza a ejecutar el instalador automáticamente. Podremos ver un contador, en la parte izquierda, donde nos indicará, con muy poca precisión, el tiempo restante hasta acabar la instalación del sistema.


Pasados unos minutos nos aparece la pantalla de «Opciones regionales y de idioma», en la cual nos aseguraremos de tener nuestro idioma seleccionado correctamente, pulsando «Personalizar». Aquí podemos ver la configuración para el español de España, aunque si vivimos en otro país tendremos que cambiar los valores a los que más se adecúen a tu idioma natal.
En este momento continúa otra vez con la instalación, registro de componentes y configuración, todo ello de manera automática y no es necesario hacer nada.




Acabado con todas las tareas, el sistema se reinicia automáticamente, y en este momento ya podemos retirar el CD (o el pendrive USB) de Windows XP. Si no lo hiciéramos, no pasaría nada, pero nos volvería a salir la frase «Presione cualquier tecla para iniciar desde el CD…», a la cual no debemos hacer caso. Cuando se reinicia, ya nos aparece el logo de Windows XP.


Y tras unos segundos nos avisa que va a ajustar la resolución de la pantalla de manera automática. Pulsamos «Aceptar» y entonces nos aparece la ventana de «Configuración del monitor».
Seguidamente, nos agradecen la compra del producto y nos invitan a continuar. Pulsamos «Siguiente».


En el primer paso de esta configuración, lo que vamos a hacer va a ser configurar las opciones de seguridad de nuestro equipo. Originalmente, se recomendaba activar las actualizaciones automáticas para tener siempre Windows al día y libre de fallos. Ahora, como no hay ya actualizaciones, da un poco igual (aunque nosotros elegimos la opción recomendada igualmente).
Una vez configurada la seguridad del equipo, el asistente de instalación de Windows XP comprobará si estamos conectados a Internet. Si no lo estamos, nos dará la posibilidad de configurar la conexión para que, cuando lleguemos al escritorio, ya no tengamos que hacer nada.


Ahora, nos ofrece la posibilidad de registrarnos en línea con Microsoft. No perderemos el tiempo y le diremos que no, en otro momento. Hacemos clic en siguiente para continuar.
A diferencia de las versiones modernas de Windows, XP no tiene actualizaciones acumulativas. Por lo tanto, debemos comprobar cuál es la última actualización que hemos descargado, y bajar e instalar a mano todas y cada una de las actualizaciones en orden cronológico, de la más antigua a la más nueva. Solo así podremos asegurarnos de que tenemos nuestro PC totalmente al día.
Actualizar XP a un nuevo Windows
Seguir usando Windows XP no solo es contraproducente, sino que también es peligroso para nuestra seguridad. Al llevar años sin actualizaciones ni soporte, los piratas informáticos conocen a fondo sus debilidades. Además, recordamos que hace tiempo se filtró en la red el código fuente de Windows XP, lo que dispara aún más las posibles vulnerabilidades que puedan descubrir para este sistema operativo.
Por lo tanto, si ya tenemos un Windows XP instalado, y queremos seguir utilizando el ordenador, podemos aprovechar y actualizarlo a una versión más moderna de Windows, siendo Windows 7 y Windows 10 las dos mejores opciones.
Advertencia: Windows XP es un sistema operativo muy antiguo, el cual no estaba preparado para actualizar a una versión más nueva manteniendo los archivos y las configuraciones. Por ello, nuestro ordenador se borrará por completo a la hora de instalar una versión más moderna de Windows. Así pues, es esencial crear una copia de seguridad de nuestros datos más importantes si no los queremos perder.
Existe un paso intermedio con el que sí podríamos mantener nuestros datos, y es pasar de XP a Vista usando la herramienta «Windows Vista Upgrade Advisor». Sin embargo, creemos que pasar de XP a Vista, para luego parar a Windows 7 es dar demasiadas vueltas para algo que se puede hacer de forma rápida y sencilla instalando el SO desde cero.
A Windows 7
Lo primero que debemos hacer es comprobar que nuestro ordenador cumple con los requisitos mínimos para poder instalar Windows 7 en él. Estos son:
- U a 1 GHz, tanto para 32 bits como para 64 bits.
- 1 GB de memoria RAM para 32 bits, 2 GB de memoria RAM para 64 bits.
- 16 GB de espacio en el disco para 32 bits, 20 GB para 64 bits.
- Tarjeta gráfica compatible con DirectX 9.0.
Seguro que no tenemos problemas con los requisitos. Entonces, lo primero que haremos será descargar Windows 7 un proceso que no podemos realizar desde la página web de Microsoft, ya que esta versión dejó de recibir soporte oficial por parte de la compañía el 14 de enero de 2020. La única opción que nos queda para descargar una versión de Windows 7 que no haya sido modificada por los amigos de lo ajeno para por utilizar, una vez más, Internet Archive, desde donde podemos descargar imágenes ISO de Windows 7 sin activar, por lo que será necesario utilizar la licencia que tengamos en nuestro poder.
Una vez bajada la imagen ISO de Windows 7, el siguiente paso será grabarlo. Podemos hacerlo a un DVD, si nuestro PC tiene unidad óptica, o a una memoria USB usando una herramienta como Rufus o Windows USB/DVD Tool.
Una vez que tengamos nuestro medio de instalación listo, podemos arrancar nuestro ordenador y, al igual que hicimos para empezar el medio de instalación de Windows XP, tendremos que indicar a la BIOS que queremos iniciar el asistente de instalación de Windows 7. Una vez dentro, tendremos que seguir el asistente de instalación de Windows 7 hasta el final (es muy parecido al de XP, por lo que no tendremos problemas) para dejar listo nuestro nuevo Windows.
A Windows 10
Windows 7 está en el mismo problema que Windows XP, y es que ya ha alcanzado su final de vida y ya no recibe actualizaciones por parte de Microsoft. Por ello, es mejor dar el salto directamente a un sistema operativo que sí tenga soporte y que no nos vaya a dar más problemas a corto plazo. Eso sí, siempre que cumplamos los requisitos:
- U a 1 GHz.
- 2 GB de memoria RAM para 32 bits, 4 GB para 64 bits.
- 32 GB de espacio libre en el disco duro.
- GPU compatible con DirectX 9.0 y pantalla con resolución de 800×600.
Si ya pasamos antes a Windows 7, debemos saber que podemos actualizar directamente a Windows 10 sin necesidad de formatear y reinstalar de cero. Además, esto nos permitirá aprovecha el número de licencia de Windows 7 para Windows 10, licencia que también nos permite actualizar el equipo a Windows 11 de forma totalmente gratuita.
Pero, si aún seguimos en XP, no nos quedará más remedio que hacer lo mismo que en el paso anterior, aunque en esta ocasión es más sencillo. Bajaremos la última versión de Windows 10
Una vez que tengamos nuestro medio de instalación de Windows 10, ya solo nos queda reiniciar el ordenador, indicarle a la BIOS que queremos arrancar desde ese dispositivo, y seguir los pasos que nos aparezcan en el asistente para instalar de cero Windows 10.
Actualizar el PC a Windows 11
Es más que probable que si estamos trabajando aún con Windows XP, dispongamos de un PC antiguo y bastante limitado en cuanto a sus especificaciones hardware. Pero también se puede dar el caso de que hayamos realizado algún tipo de prueba instalando este sistema totalmente descatalogado en nuestro ordenador y ahora queramos actualizarlo. Antes os hemos hablado de las últimas versiones del sistema lanzadas por Microsoft y cómo actualizar a las mismas directamente desde XP.
Ahora nos vamos a centrar en actualizar ese software que desde hace años ya no recibe ningún tipo de soporte, a Windows 11. De lo primero que nos debemos asegurar es de que disponemos de un procesador compatible con este sistema operativo, algo que ha generado mucha controversia desde su lanzamiento. Por ejemplo, será obligatorio que dispongamos de un procesador Intel de al menos octava generación o un AMD Ryzen 300o en adelante y compatible con TPM 2.0. También es recomendable que dispongamos de al menos cuatro gigas de memoria RAM instalada.
Por tanto, en el caso de que nuestro ordenador sea compatible con los requisitos exigidos por Microsoft para este sistema, lo mejor que podemos hacer es descargar la ISO de Windows 11 y formatear XP. Esto nos dará la oportunidad de hacer una instalación limpia del nuevo sistema operativo y configurarlo acorde a nuestras necesidades. Evidentemente, necesitamos una clave de activación para así poder actualizarlo y usarlo sin problema alguno a través de todas sus funciones.
Cambiar la clave de producto en Windows XP
En ocasiones nos podemos encontrar con que hemos conseguido instalar esta versión antigua del sistema operativo de Microsoft en nuestro ordenador, pero necesitamos cambiar la clave o licencia del mismo. De esa manera, nos vamos a asegurar de que podemos seguir trabajando o al menos utilizando Windows XP sin que falle en el futuro.
Y es que si estamos utilizando alguna clave temporal que hayamos encontrado en internet, pero disponemos de una lícita, siempre será preferible utilizar la segunda. Por tanto, y con el fin de modificar la licencia del sistema operativo, veamos los pasos que debemos llevar a cabo. Esto es algo que podemos lograr fácilmente a través del editor del registro de Windows XP.
Para ello, no tenemos más que ejecutar el comando regedit, eso es algo que no ha cambiado a lo largo de toda la historia del sistema. A continuación y una vez que tenemos el registro en pantalla, vamos a situarnos en la siguiente clave:
HKEY_LOCAL_MACHINE/Software/Microsoft/WindowsNT/CurrentVersion/WPAEvents
A continuación en el derecho del editor nos encontramos con una entrada llamada Oobetimer, por lo que no tenemos más que borrar el valor hexadecimal CA, y cerrar el editor del registro de Windows. Una vez hecho esto nos situamos en el menú inicio y ejecutamos lo siguiente:
%systemroot%system32oobemsoobe.exe /a
En ese preciso instante aparecerá la pantalla de activación de Windows XP donde ya tenemos la oportunidad de pulsar en Cambiar clave del producto e introducir la nueva clave. Para terminar solamente nos queda pinchar en el botón Actualizar para que la clave de producto del sistema operativo se modifique por la nueva. Para terminar ya no nos queda más que ejecutar de nuevo lo siguiente:
%systemroot%system32oobemsoobe.exe /a
.
Y ya podremos usar la nueva licencia.
Seguridad en Windows XP después de la actualización
Una vez que has actualizado Windows XP al máximo, es esencial que nos aseguremos de que el sistema siendo seguro. Recuerda que el soposrte oficial por parte de Microsoft para Windows XP se extinguió hace muchos años. Esto deja a los s que quieran hacer uso del SO expuesto a cualquier vulnerabilidad. Así que vamos a ver cómo optimizar la seguridad para nuestro equipo en este caso.
Instala un antivirus compatible con Windows XP
Windows XP no reciba actualizaciones de seguridad de Microsoft, por lo que es crucial que actuemos por nuestra cuenta para proteger el sistema contra cualquier tipo de virus y malware. Puede parecer broma, pero existen antivirus que siguen soportando XP. Algunos de ellos son Avast, AVG o Avira. Cualquiera de ellos proporciona protección en tiempo real y análisis de seguridad. Una herramienta indispensable.
Configurar un firewall adecuado para Windows XP
A pesar de que el SO ya incluye uno bastante básico, es recomendable configurar uno que sea más potente que venga de parte de terceros. Un firewall nos ayuda a bloquear conexiones no autorizadas y protege nuestro equipo, evitando que nadie se conecte sin nuestro permiso. Un ejemplo de buenos firewalls pueden ser ZoneAlarm o Comodo Firewall. Ambos ofecen una protección avanzada. Además, siempre asegúrate de que el que trae Windows por defecto esté habilitado. Podrás hacerlo desde el de control, para verificar que todo esté en orden.
Mantener actualizado el software y los programas
El hecho de que Microsoft no actualice Windows XP no incluye que nosotros no podamos hacer lo mismo con los programas. Los programas de uso común que sean compatibles con el sistema operativo continúan recibiendo actualizaciones de seguridad a día de hoy. Es nuestra obligación asegurarnos de que llevamos cada software a su última versión para evitar cualquier brecha de seguridad en ellos.